Tras la elipsis de dos años a causa de la pandemia, la Carrera Urbana Ciudad de Málaga volvió. Aún sin el volumen de participación previo, con 11.000 corredores inscritos entre los 10 kilómetros y la MiniCarrera de cuatro (se llegó a estar en más de 20.000 participantes), pero con fuerza. Hay campos de mejora en la prueba insignia del atletismo popular malagueño, que estrenó un recorrido que, a decir de los participantes, permite mejores marcas, algo más rápido sin que se eviten tramos de subida que la endurecen. Forma parte de la tradición de una carrera que ahora tiene más competencia y que está inmersa en un último trimestre en el que se concentran en la capital la creciente El Torcal-La Paz, la Media Maratón y el Maratón.

Enfrente del edificio de El Corte Inglés, emblemático patrocinador de la carrera donde está situada la nueva salida y meta, dominan las flechas celestes del Trops Cueva de Nerja, el mejor club de Andalucía y uno de los mejores de España (las chicas cadetes ganaban horas antes el Campeonato de España de clubes sub 16 y los chicos eran subcampeones). Monopolizaron una prueba en la que hicieron casi pleno, con cinco de los seis podios en las dos categorías. En hombres fue Cristóbal Valenzuela el ganador. Se pensaba que igual se podía atacar el récord de la prueba, por debajo de los 30 minutos, pero el de Huelma (Jaén), asentado desde hace años en Málaga y con la camiseta de un club de la provincia, acabó con un crono de 30:46. Domina el asfalto de la capital Valenzuela, que el año pasado ganó la Media Maratón y también ha conquistado la El Torcal-La Paz. A partir del kilómetros seis rompió definitivamente la prueba, frisando los tres minutos por kilómetro, ligeramente por encima. Aunque se evite la subida por Capuchinos hasta Fuente Olletas que solía hacer papilla las piernas, sigue habiendo tramos para el desgaste. 

Entraba en meta Valenzuela dominando con autoridad. Los corredores, tanto los de élite como los populares, señalan que la nueva llegada gana en calidad a la situada en El Parque anteriormente. La ligera bajada desde el Puente de las Américas permite acelerar y la amplitud de la Avenida permite recibir el apoyo del público con mucha intensidad. Por detrás de él, más flechas celestes. Segundo fue Pablo Salcedo, natural de Torremolinos y también un asiduo a los podios en las carreras provinciales. Se quedó en un tiempo de 31:06. Completaba el pleno nerjeño otro Pablo, Comino, este de Benalmádena, con un crono de 31:17. Por detrás, un reguero de corredores de calidad. Javier Arcas (Gedysa Comarcal Antequera) y Daniel García (Atletismo Marbella del Sol) fueron cuarto y quinto, con sexto lugar para Mario García, que reaparecía tras una larga ausencia y que regresa con fuerza. En el Top 10 aparecía también Álvaro Fernández, un atleta que fue de superélite, olímpico en 1.500 en Atenas'04 con sólo 23 años compartiendo calle con El Guerrouj y al que las lesiones machacaron. Pero sigue corriendo, pasados los 40, en ritmos fenomenales y sacándose el gusanillo con la calidad acostumbrada. Antes de él, el popular Pulguilla, organizador del Desafío de Nerja y también capaz de correr con los mejores.

En categoría femenina, también prevalencia del Trops Cueva de Nerja. La colombiana de origen Paula Viviana Ramírez, aunque asentada desde hace más de dos décadas en Andalucía, ahora en Almería, brilló con un tiempo de 35:30. Supo gestionar bien la ventaja que adquirió en el primer tramo de carrera y resistir el impulso de la pujante Belén Infantes (35:37), del Club Atletismo Guadalhorce Álora, que vencía de imponerse semanas atrás en la El Torcal-La Paz y a la que le faltaron pocos metros para rebasar a la ganadora, de 39 años y con una larga trayectoria en las carreras populares andaluzas. La corredora belga, afincada también en tierras andaluzas desde tiempo atrás, Sandra Schenkel hizo el quinto de los seis podios posibles para el club nerjeño. Schenkel compatibiliza las carreas en duatlón y triatlón con el atletismo puro. 

Tras la élite, un reguero de corredores de todas las edades, incluidos los participantes de la MiniCarrera, que salieron 45 minutos más tarde y que completaron los cuatro kilómetros de la prueba hasta compartir meta al inicio de la Avenida Andalucía. Muchas historias, horas de trabajo detrás, el punto de partida de muchos retos por delante, la culminación de sueños. Tras el reseteo obligado de la pandemia y la ausencia de los años 2020 y 2021, la Carrera Urbana Ciudad de Málaga volvió a arrancar con el reto de recuperar en 2023 la velocidad de crucero. Pero es un gran punto de partida.