La obsesión por crecer que marca el proyecto de este nuevo Málaga no se va a frenar, pero tampoco va a ir acompañada de ningún acto irreflexivo. Al menos eso es lo que aseguraron ayer las fuentes del club consultadas por este diario, quienes lanzaron un mensaje de tranquilidad muy tajante asegurando que, pese a mantener frentes abiertos con varios jugadores, no se tiene prisa en acelerar los procesos de las negociaciones y, mucho menos, se pretende desembolsar cualquier cantidad para reforzar aún más la plantilla.

En el club consideran que las principales carencias del equipo se han cubierto con la llegada de Maresca, Demichelis, Camacho, Asenjo y Baptista. Además, están muy contentos con su rápida integración y estiman que con sus contrataciones ya han superado las posibles urgencias con las que se acudía en un principio al mercado invernal. Sin embargo, tampoco van a renunciar a la posibilidad de reforzar aún más las huestes de Pellegrini, pero no a cualquier precio.

Es por ello que se mantienen, al menos, cuatro frentes abiertos. Estos son Mahamadou Diarra, el central del Barcelona Gabi Milito, el del Liverpool Agger y el lateral zurdo de la Sampdoria Ziegler, según las fuentes de la entidad anteriormente citadas.

Pese a que el director deportivo del Málaga, Antonio Fernández, reconocía el domingo a sus colaboradores que su llegada podía producirse en breve, la situación del centrocampista malí ayer no sufrió ningún avance. En el club continúan a la espera de que el Real Madrid libere de su compromiso (finaliza contrato el 30 de junio) al jugador, que es perfectamente conocedor de las condiciones del Málaga.

Los casos de Ziegler, Milito y Agger están orientados a reforzar el lateral zurdo o a incorporar un defensa polivalente a la zaga blanquiazul. Pero, si en las negociaciones no se alcanza un acuerdo que convenza al Málaga, la plantilla podría darse por cerrada.