La fuerza puede con el talento

El cajista, superior en sensaciones, no así en números Hendrix se llevó un enorme tapón del senegalés

Un imponente N'Diaye, a punto de colocar un tapón a Aguilar.
Un imponente N'Diaye, a punto de colocar un tapón a Aguilar.

16 de octubre 2016 - 05:02

Bajo los aros se vivió un auténtico choque de estilos. Por un lado estaba Hendrix, pitado en su presentación, y cuyo talento innato no apareció por el Carpena. Por el otro, un imponente N'Diaye, que se presentó ante su nueva afición con unos minutos cargados de fuerza y de intimidación al rival. Suficiente para ganar la batalla y para que la victoria no se marchara de Málaga.

No lo tenía fácil Hendrix en la tarde de ayer, enfrentándose con dos pívots de mucha más envergadura que él. Así sufrió el primer posteo de Musli, el cual resolvió con inteligencia. Tuvo tiempo también en los primeros compases de partido para colocar un tapón a Waczynski, mas en ataque no terminó de encontrar su espacio. Para colmo, la primera en la que Musli le ganó la espalda, sumó dos puntos.

Espoleado por el fallo atrás, rápidamente se repuso con un gancho marca de la casa y una asistencia a Kuric, que cortó perfectamente la zona. Acto seguido, Plaza le dio a N'Diaye sus primeros minutos en el Carpena. El duelo entre el senegalés y el ex del Unicaja estaba ya servido.

Un par de jugadas necesitó el bueno de N'Diaye para mostrar sus virtudes y sus defectos. Primero intimidó a Aguilar para que no anotara, sumando un tapón para la estadística. Una buena acción lastrada por un exceso de intensidad a la hora de ganar la posición. Fue la primera personal para él. Eso sí, demostró una tremenda facilidad para correr el contraataque, algo que le repite hasta la saciedad Boni N'Dong desde el banquillo.

Descansó N'Diaye nada más comenzar el segundo cuarto, dejando buenas acciones atrás y unas ganas evidentes de comerse a quien se ponga por delante. Totalmente distinto es el lenguaje corporal de Hendrix, que regresó a la cancha para verse de nuevo con Musli. Ahí encontró la torre del Unicaja su momento. Un par de rebotes, una falta que le mandó a la línea y una buena canasta de dos. Hendrix, sobrepasado.

"Tenemos que mejorar el rebote", aseguraba el ex cajista a los micrófonos de Movistar + camino de los vestuarios. De entrada, ni él ni N'Diaye fueron protagonistas en la segunda mitad. Le fue bien al Unicaja, que puso la directa con los pequeños en pista. No lo vio claro Casimiro, que con su equipo ocho abajo le dio galones a Hendrix. Para forzar su físico, Plaza situó de nuevo a N'Diaye en la zona.

Chocó el del Herbalife con una roca la primera vez que quiso buscarle las cosquillas, aunque tiró de los muchos recursos que tiene para asistir con acierto. Diferencias hay muchas entre ambos, por eso hasta el momento son pocos los balones que se buscan en ataque para N'Diaye, que se comió una tremenda asistencia de Nedovic.

Pero el senegalés está para otras cosas. Por ejemplo, para sacar la escoba y barrer cualquier balón cerca del aro. Así llegaron cuatro puntos seguidos para él. Aunque su mejor carta de presentación se la dejó a Hendrix, al que le colocó un tremebundo tapón. La ovación al cajista cuando marchó al banquillo avisa que, lejos de destacar por la belleza de sus acciones, va a ganarse el cariño de la afición por su entrega.

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