El gen ganador sigue latente
El CSKA mantiene su superioridad en Rusia y su jerarquía en Europa pese a las bajas y el recorte presupuestario · Siskauskas y Langdon son sus grandes amenazas
El primer año post Messina se presumía complicado y difícil en Moscú. Al adiós del técnico que logró situar al CSKA en el primer escalón de la jerarquía europea se unían otros aspectos negativos como la salida de jugadores de la importancia de Erazem Lorbek, Terence Morris y Nikos Zizis, la lesión de larga duración de Smodis, el recorte en el presupuesto y, por consiguiente, la imposibilidad de traer refuerzos del mismo nivel.
El CSKA ha perdido poderío, sobre todo profundidad de banquillo, pero aún mantiene la columna vertebral del grupo que le encumbró en Europa. Pashutin tiene menos recursos pero los Holden, Siskauskas, Langdon y Khryapa mantienen el nivel. Se resisten a olvidar el pasado y el equipo moscovita, de momento, apenas nota los efectos de la salida de jugadores y del recorte presupuestario. Está en una inmejorable posición para atar el liderato del grupo y allanar su pase a la Final Four y sigue dominando, más que le pese al Khimki de Scariolo y Cabezas, la liga rusa con mucha facilidad (es líder con una sola derrota en las trece primeras jornadas).
BASES
John Robert Holden continúa siendo el cerebro del equipo moscovita. Ha perdido algo de chispa y de desborde y se encomienda más al tiro exterior, pero el que fuera base de la selección rusa, sigue siendo el termómetro del juego del CSKA. Promedia más de 30 minutos por partido y suele coincidir en la pista con el ex Tau Zoran Planinic, el segundo base del equipo. El croata ha ganado en importancia respecto a la campaña anterior y suele sacar provecho de su superioridad física respecto a los bases rivales. Pashutin también cuenta con el todoterreno Anton Ponkrashov, que ha regresado tras dos campañas en el Khimki, para dar minutos de frescura en la dirección de equipo.
JUEGO EXTERIOR
Talento a raudales en la pareja Siskauskas-Langdon. La marcha de Lorbek ha acentuado la importancia de ambos en el juego ofensivo hasta el punto de que el equipo ruso depende casi en exclusiva de lo que sean capaces de aportar el lituano y el norteamericano. El Unicaja ya les padeció en el partido de ida, donde mataron el choque en el último cuarto. Son, con mucha diferencia, los máximos anotadores y los más valorados del equipo, y provocan que el peso del resto de jugadores de la línea exterior sea meramente testimonial. Kurbanov no llega a los siete minutos de media y Keyru apenas supera los cinco.
JUEGO INTERIOR
Kaun y Khryapa son las grandes amenazas bajos los aros. El primero, formado en Estados Unidos, está explotando esta temporada y se está mostrando como un cinco dominante en ataque e intimidador en defensa. El segundo es un cuatro abierto con buen tiro, capaz de jugar hasta de alero, que suele crear muchos problemas de desajustes. La incorporación del británico Mensah-Bonsu no ha logrado el efecto positivo esperado (sólo juega cinco minutos de media), y Vorontsevich y Sokolov se limitan a dar minutos de descanso.
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