Sin gol es imposible ganar

El Palo compite en Melilla pero acaba derrotado preso de sus propios errores y de su preocupante bagaje ofensivo Los rivales fallan y mantienen el descenso a cinco puntos

Migue Montes realiza una vaselina ante Pagola para poner el 1-0.
Migue Montes realiza una vaselina ante Pagola para poner el 1-0.
Enrique Salvatierra

31 de marzo 2014 - 05:02

El Palo ha entrado en barrena. El conjunto malagueño suma siete jornadas sin conocer la victoria y su pelea con el gol se prolonga una semana más. Si las alarmas no suenan a toda pastilla es porque sus rivales por la salvación tampoco son capaces de hacer sus deberes. El colchón se ha estancado en cinco puntos, y la mejor noticia es que ya queda un partido menos por jugar. La peor, que hay varios duelos fratricidas en el horizonte.

Ayer cayó en Melilla. La necesidad les agarrotó por momentos, aunque rozaron el empate en el descuento, justo antes de que Manolo apuntillase a la contra. Los paleños, con varias sorpresas en el once, saltaron al césped del Álvarez Claro con ganas de romper pronto su sequía goleadora. Intenso arranque de los hombres de Rafa Muñoz, que dispusieron de una clara ocasión de Javilillo en los primeros minutos. Excelso pase de Rafita a la espalda del lateral y el extremo malagueño se topó con Munir tras probar con un disparo muy centrado. Ese susto despertó a los locales, que poco a poco fueron atosigando cada vez más a Pagola. El cancerbero paleño necesitó la ayuda de la madera en una ocasión para evitar que los melillenses se adelantaran en el marcador. Chota, Nacho Aznar, Migue Montes y David Vázquez dispusieron de buenas oportunidades para lograr el 1-0. Los de Rafa Muñoz amenazaban con su velocidad a la contra, pero sin excesivo peligro. Mucho ruido y pocas nueces en definitiva. Porque si algo tienen en común ambos equipoes la clamorosa falta de gol que arrastran en este 2014, lo que derivó en el consecuente 0-0 al descanso.

El paso por vestuarios sirvió para cambiar de campo, pero no de ideas. El Melilla ejercía de tímido dominador, y El Palo afilaba uñas con ganas de pescar una buena contra. Curiosamente, todo ocurrió al revés. Error de Oli y cabalgada de Migue Montes que definió ante Pagola a las mil maravillas. Vaselina y 1-0. Los locales se habían mostrado muy sólidos en casa durante los últimos meses y supieron manejar los minutos finales. Rafa Muñoz tiró la casa por la ventana en busca del empate. Gerrit, Zamorano y Falu Aranda. Aumentó la presencia ofensiva y las acciones a balón parado se multiplicaron. En una de ellas, ya en el descuento, se rozó el empate. Un mero espejismo que acabó con otro contragolpe letal. Sufian para Manolo y 2-0. Tres puntos más al limbo y una racha preocupante. Quedan seis finales por delante y cinco puntos para alcanzar los ansiados 42. Los mismos que alejan el infierno y mantienen una nerviosa calma.

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