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La ilusión, cada vez más blanca

  • El Real Madrid sentencia guiado por el poder rematador de Adebayor y consigue una goleada que lo sitúa virtualmente en semifinales · La expulsión de Crouch acabó con el Tottenham

El Real Madrid se situó en la noche de ayer a medio paso de las semifinales de la Liga de Campeones al golear por 4-0 al Tottenham gracias al talento goleador de Emmanuel Adebayor, el mando de Xabi Alonso y la impotencia de un rival disminuido desde el comienzo.

El Real Madrid se encontró a los 15 minutos un partido que no podía imaginar en sueños: ventaja y un rival con un jugador menos. Pero lo cierto es que no supo maximizar tal ventaja hasta el descanso. Luego, con más orden y paciencia, consiguió una goleada que satisface sus ansias de pelear por el título.

El Tottenham se encontró con dos problemas iniciales: primero, que Lennon se quedó fuera de la alineación titular; y, segundo, que Gareth Bale ocupó la banda derecha, donde es menos que la mitad de un jugador. Más que eso, el primer gran problema del Tottenham fue el gol que recibió a los cuatro minutos en la jugada más antigua del mundo: saque de esquina y remate del jugador más alto, que en este caso era Adebayor. El togolés estaba solo, en un clamoroso error de la defensa inglesa.

A los 15 minutos llegaría el segundo infortunio del Tottenham. Crouch pegó a destiempo y vio su segunda tarjeta amarilla. La consiguiente expulsión sonó excesiva, y más para unos cuartos de final de toda una Liga de Campeones. Fue la expulsión por doble amarilla más rápida de la historia de la Champions. Luego llegaría la compensación arbitral.

El Real Madrid no leyó bien el nuevo escenario. Sí supo recuperar pronto, pero luego no encontró caminos hacia la portería contrario. Le suele pasar ante rivales que se encierran en su área, un problema casi crónico de los blancos durante toda la presente temporada.

Lo cierto es que el Real Madrid no sumó una ocasión clara hasta el descanso. A cambio, Bale se desplazó a la banda izquierda y por ahí el Tottenham encontró un respiro. El galés protagonizó la única ocasión de su equipo a los 30 minutos, tras una bonita carrera y un remate fuera.

El Real Madrid se fue al descanso reclamando un penalti que pareció claro por unas manos dentro del área de Dawson. Seguramente al árbitro ya le pareció demasiado castigo la expulsión de Crouch.

El reposo le vino bien al conjunto español, que aclaró sus ideas. Llevó la presión más arriba y acorraló a su rival en el área. Además, los laterales comenzaron a llegar hasta la línea de fondo y Xabi Alonso se hizo el comandante del juego local. El gol comenzó a parecer cuestión de minutos.

El segundo tanto llegó a los 56 minutos, en una jugada parecida a la del primer gol. Marcelo centró y Adebayor se colgó de una nube para rematar de cabeza y aumentar la distancia de su equipo. El africano fue el hombre del partido, qué duda cabe.

El Tottenham acusó notablemente el paso de los minutos y su inferioridad numérica. Cada interrupción era oportunidad propicia para pedir agua, mientras el Real Madrid comenzaba a asumir que la goleada y las semifinales le pertenecían.

Y así fue. A los 65 minutos Ángel di María conectó un disparo impresionante desde el vértice del área y alojó el balón en la escuadra de Gomes. Un tanto precioso que provocó el delirio en el estadio blanco. Hacía años que no se veía vibrar así a la hinchada del Real Madrid.

El equipo de Mourinho siguió atacando por inercia y completó la goleada a cuatro minutos del final. El reaparecido Kaká centró, Cristiano Ronaldo remató con la derecha y Gomes colaboró a que el balón entrara. El resultado convierte casi en un trámite la visita al campo del Tottenham y los blancos acarician su primera semifinal de la Liga de Campeones en ocho años. Y el rival puede ser el Barcelona...

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