En el intercambio de golpes faltó efectividad
Fútbol l Tercera División
El Palo y el Atlético Malagueño se repartieron los puntos en un choque marcado por el despliegue físico · Los de Pepe Sánchez siguen invictos como locales
EL PALO: David, Santaella, Porto, Jesule, Nacho Aranda, Pincho, Pibe, Miguel, Basti, Chispa e Israel (Alvarito, 81'). ATLÉTICO MALAGUEÑO: Fran, Julián, Miguel Ángel, Omar, Jona, Rafita, Pedrito, Óscar (Jesús, 90'), Andela (Samuel, 61'), Juanfri y Portillo. Goles: 1-0 (51') Pibe. 1-1 (56') Óscar, de penalti. Árbitro: Borja Belmonte (almeriense). Expulsó por roja directa a Jesule (56') y con doble amarilla a Miguel (76'). Amonestó a Aranda, Pincho, Basti, Jona, Óscar, Andela y Juanfri. Incidencias: Partido disputado en San Ignacio ante la asistencia de unos 500 espectadores.
Pocas correcciones habría que hacer a la previa del superderbi entre El Palo y el Atlético Malagueño una vez concluido. Tenía visos de ser una cita muy igualada y lo fue, quizá demasiado. Más allá de que en el cartelón del municipal colgara el 1-1 al cumplirse los 90 minutos, si hubiera que nombrar un vencedor moral sería una misión complicada, porque los dos se empecinaron en exhibiciones de coraje y despliegue físico. En el reinado del centrocampismo se echó en falta mayor vida en las áreas y más efectividad en la resolución de los ataques.
Con tanta entrega, poco espacio hubo para el buen fútbol, y tampoco es que el albero del campo se prestara al derroche técnico. Aunque la torcida de San Ignacio también pudo deleitarse con algún destello espontáneo de calidad, como el de Pibe en el 1-0. Las genialidades del argentino empiezan a ser un dogma en El Palo, ayer le tocó abrir la lata con una chilena. Menos gráfico fue el empate de Óscar, materializado desde el punto de penalti, aunque la cabalgada de Andela, que por cierto le costó la roja directa a Jesule, fue brillante.
Después de las expulsiones del central (56') y de Miguel, que siguió los pasos de su compañero 20 minutos más tarde, los de Pepe Sánchez acumulaban argumentos para salir damnificados en ese intercambio de golpes hacia el que había evolucionado el partido. Pero, curiosamente, suyas fueron las mejores ocasiones para acabar con las tablas, incluso Borja Belmonte le anuló un gol a Pibe por fuera de juego. Contra nueve, el Malagueño se marchó con descaro a por la victoria, perdiendo por momentos la posición en el campo y dejando muchos huecos a su espalda. Los de Rafa Gil hipotecaron el envite en su recta final al renunciar al planteamiento táctico de partida, que les dio el dominio territorial y redujo el peligro paleño a las acciones a balón parado. Portillo, una pesadilla para la zaga local durante toda la tarde, fue el hombre más destacado del filial albiceleste.
Bien está lo que bien acaba. El Palo invicto en casa y los dos a un paso de los puestos de ascenso.
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