Cinco jornadas para evitar otro fracaso

Complicado El Unicaja, al que le esperan DKV y Barcelona, sólo puede permitirse una o dos derrotas más si pretende estar en la Copa Negativo Aíto condena de nuevo a Panchi Barrera y el público abandona al equipo en el último minuto

Printezis protege el balón ante la defensa de Augustine.
Printezis protege el balón ante la defensa de Augustine.
Nacho Rodrigo / Málaga

20 de diciembre 2010 - 05:02

Novena jornada. El Blancos de Rueda sale derrotado del Martín Carpena (68-61) y deja al Unicaja camino de la Copa del Rey. Con seis victorias y tres derrotas, el equipo malagueño es optimista desde su sexta plaza y contempla la certificación de su presencia en Madrid el próximo mes de febrero como un mero trámite. Con ocho jornadas por delante, le vale con ganar tres o, a lo sumo, cuatro partidos y el tramo final contempla además una visita al colista Meridano. Cuestión de tiempo.

Duodécima jornada. El Unicaja está contra las cuerdas. Tras la victoria ante el conjunto pucelano, pecó de conformismo en la Caja Mágica y de bisoñez y poca contundencia en Alicante para encadenar tres derrotas consecutivas ante un Power Electronics que le dio una lección de optimización de los recursos. La distancia hasta la Copa es la misma que hace tres semanas (3 ó 4 victorias), pero el margen de maniobra es ahora mínimo. Si el equipo de Aíto pretende estar junto a los ocho mejores en Madrid el próximo mes de febrero, sólo puede permitirse una o dos derrotas más.

Es la triste realidad de un Unicaja que amenaza con volver a repetir el fracaso de la temporada pasada. No estuvo en Bilbao y podría no estar en Madrid. No, no se trata de falso alarmismo. Su situación, más allá del momento de forma que atraviesa y de la falta de confianza que demuestra, es compleja, muy compleja. Primero porque su nefasto average general (-23), aspecto al que se recurre en caso de empate a victorias, le condiciona enormemente, ya que es el que tiene peor balance de puntos anotados-encajados de los doce primeros clasificados. Y segundo porque el calendario le reserva pocas alegrías. En vísperas de fin de año visita el Carpena el Lagun Aro, cuarto clasificado y una de las sorpresas de la temporada; el 2 enero hay que visitar al quinto clasificado, el DKV Joventut; el sábado 8 comparecerá en Málaga el campeón de Europa, el Regal Barcelona; y se cierra la primera vuelta con una peligrosa visita a Granada y un duelo en casa ante un rival directo, el Gran Canaria 2014.

BARRERA, SEÑALADO

Aíto García Reneses parece haber cedido en su postura. Ha apurado al máximo para intentar hacer valer a Panchi Barrera, al que rescató el pasado verano del ostracismo para darle una oportunidad en la élite, pero la evidencia es mayor que su deseo. El técnico ha cedido y el uruguayo ha sido el gran sacrificado en la vuelta de Terrell McIntyre. Desde que el norteamericano regresara de su lesión el pasado miércoles en Roma, Barrera no ha jugado ni un minuto. En Roma vio todo el duelo desde el banco. Ayer, ni siquiera fue inscrito en el acta. Su futuro es incierto. La pareja McIntyre-Blakney gana enteros.

ABANDONO MASIVO

No fue la actuación del equipo lo único negativo que ayer pudo verse en el Palacio. La afición, aquella que no hace mucho se autoproclamaba como la mejor de Europa, ofreció una demostración de cómo no se debe apoyar incondicionalmente al equipo de tus colores.

Con 61-66 y 32 segundos por disputar, es decir, con el partido aún no cerrado, más de la mitad del aforo se levantó de su asiento y abandonó el Carpena provocando que el frío y el viento del exterior llegara hasta la pista. La afición abandonó a su equipo. Mal asunto.

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