Cuando se cuestiona por una de las claves de aquel Unicaja campeón de la temporada 2005/06 se apela a un alto grado de coefiente baloncestístico, de comprensión del juego. También a una proverbial competitividad de jugadores más y menos importantes. "Había mucho nivel individual y estaba muy bien formado a nivel colectivo. Si el partido iba controlado era muy difícil ganarnos. Dos o tres puntos arriba en los últimos minutos y rarísimo fue el que perdimos. Teníamos gente con mucha experiencia y templanza", rememoraba Berni.

Un núcleo importante de los jugadores de aquel plantel campeón hace 10 años aún sigue en activo. Así es el caso de Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Walter Herrmann, Florent Pietrus y, en la frontera, Sandro Nicevic. A sus 40 años, el jugador croata, importante en aquellos últimos partidos finales después de pasar más de media temporada lesionado, ha estado jugando en categorías bajas en Italia y ahora medita dar el paso a entrenador.

En el resto que aún está en el 28x15 se vislumbra cuerda. Con 32 años, Kostas Vasileiadis, el benjamín de aquel equipo, acaba de firmar por dos temporadas en el AEK de Atenas tras una campaña que comenzó en el PAOK y acabó en el Obradoiro. Volvió a Málaga en la temporada 2014/15, ocho años después del título. Carlos Cabezas ha completado un gran final de temporada con el UCAM Murcia, equipo que ha jugado por primera vez en su historia el play off por el título y que se ha clasificado para la Eurocup. Posiblemente seguirá en el ciudad pimentonera, está a expensas de la renovación. Aunque su futuro estará en Málaga, donde tiene ya varios negocios y propiedades.

En Sevilla cayó de pie Berni Rodríguez, que tiene un año más de contrato. El futuro del club de la capital andaluza tiene ahora algo más de luz y se cuenta allí con el ex capitán verde, que espera noticias para volcarse en una nueva temporada que le llevaría a jugar hasta los 37 años. Edad que tiene ahora Walter Herrman. El alero, tras una retirada de dos temporadas, regresó para jugar en Argentina, emigró al Flamengo de Brasil y ahora está, con su espectacular musculatura intacta, a punto de salir campeón con el San Lorenzo de Almagro en Argentina. Incluso podría ir a los Juegos Olímpicos. El último en activo es el enérgico Florent Pietrus, que vivió el círculo perfecto (Copa, Liga y Final Four) en Málaga. Juega, con 35 años, en el SLUC Nancy y está también entre los preseleccionados para jugar el Preolímpico con Francia para intentar ir a Río.

En activo, claro, también está en su faceta Sergio Scariolo, tricampeón de Europa y subcampeón olímpico con España. Conducirá la nave en Brasil. Justo hoy presenta el partido que jugará en Málaga el 21 de julio las selecciones de España y Lituania.

La otra mitad del equipo está ya retirada y es polifacética. El MVP indiscutible de aquel equipo, el hombre cuyo fichaje cambió la historia de la entidad, Jorge Garbajosa, estuvo en la organización del Mundial 2014 y, tras ejercer labores de representación y coordinación con la selección absoluta, ha sido la cabeza visible de la Federación Española en los últimos meses y opta a la elección que se celebrará en los próximos meses. El más veterano de aquel equipo, con una contribución importante a la hora de cohesionar el grupo, Jesús Lázaro, está ahora en Córdoba después de un par de años en Kuwait, donde ha entrenado a los jóvenes jugadores de aquel país de Oriente Medio. El talentoso zurdo Stéphane Risacher, por su parte, es agente de jugadores. Lleva los asuntos, entre otros, de Nando de Colo.

Al otro lado del charco discurren con sus vidas Daniel Santiago, Marcus Brown y Pepe Sánchez. El argentino estuvo viviendo a caballo entre Los Angeles, donde comentaba los partidos de los Lakers, y Argentina, donde tiene diversas empresas y propiedades y es presidente del Bahía Basket de su Bahía Blanca, capital del básket argentino, natal.

Daniel Santiago está de vuelta en Florida tras apurar sus últimas temporadas como profesional hasta casi los 40 años. Allí entrena y recluta jugadores para una agencia de representación. También con los jóvenes trabaja el carismático Marcus Brown, es entrenador en un instituto de West Memphis, su ciudad natal en Arkansas.