Tres malagueños para tomar Río

Marcelo Rosado y Carmelo Garrido, en fútbol cinco para ciegos, y Jesús Romero, en baloncesto en silla de ruedas, son los representantes de la ciudad El fútbol, la opción más clara de medalla

Jesús Romero, a la izquierda, con un componente del C.B. Vélez.
Juanjo Campillos Málaga

07 de septiembre 2016 - 05:02

A los Juegos Olímpicos fueron seis los malagueños que cruzaron el charco para intentar hacer realidad el ansiado sueño de ganar una medalla. A las Paralímpicos, en cambio, tan solo irán la mitad. Son tres elegidos que representarán tanto a España como a Málaga en dos modalidades distintas: baloncesto en silla de ruedas y fútbol cinco para ciegos totales, dos categorías que hermanan con los deportes más representativos de la ciudad. Y en las que, las posibilidades de obtener algún metal, es bastante probable.

El primero que agarró el billete a Río fue Jesús Romero, que se ajustará su silla de ruedas importada desde Estados Unidos, para, por segunda vez, vivir la experiencia olímpica. "La ilusión es máxima. Tengo muchas ganas de que empiecen. Me ha costado mucho llegar", señala Jesús. Difícil porque el proceso de selección fue muy exigente y por la competencia feroz que hubo en el Europeo, donde se obtenía la clasificación.

Para el jugador de Amivel Clínicas Rincón, entrar en la pelea por las preseas sería "algo parecido a un sueño". No son favoritos, lo subraya con precisión. Es consciente de que hay selecciones que están varios peldaños por encima: "Algunas selecciones como Estados Unidos y Gran Bretaña, son profesionales. Y eso se nota. Nos llevan años de ventaja". A lo que también acusa la falta de equipamiento, donde las sillas no está demasiado avanzadas. Sin embargo, esas adversidades buscarán suplirlas con ilusión y con trabajo, mucho trabajo. No en vano, la selección española de baloncesto en silla de ruedas lleva desde agosto en el país carioca para afinar la preparación. Entrenan y juegan amistosos con Brasil. Todo para supera la fase de grupos y, una vez en la fase del KO, ir soñando cada día con avanzar un peldaño más.

En un principio, la cuota de malagueños en Río iba a ser reducida. Jesús iba a ser el único pero, en las últimas semanas, se ha confirmado la participación de la selección española de fútbol a cinco para ciegos totales. En la lista de diez están incluidos dos veteranos de los Juegos como son el rondeño Marcelo Rosado y el manchego, aunque lleva varios años representando al Once Málaga F.S., Carmelo Garrido.

La noticia afloró a principios de agosto. Rusia, tras ser apartada de los Juegos Olímpicos, sería también suspendida de los Paralímpicos y España, al finalizar tercera en el Europeo, era el país que más opciones acumulaba para sustituir al país del este.

"Nos pusimos a entrenar sin la confirmación, por lo que pudiera pasar. No sabíamos si nos quedaríamos con la miel en los labios, pero merecía la pena arriesgarse", cuenta Marcelo Rosado: "La sensación de vivir los Juegos es única". Y la ratificación llegó, por fin, dos semanas después. El 23, en pleno entrenamiento de doble sesión, los jugadores conocieron que serían olímpicos. "Fue una explosión de alegría tremenda. Paramos el entrenamiento para celebrarlo con abrazos. Volvíamos otra vez a los juegos", apunta Carmelo Garrido.

En tierras brasileñas, el camino hacia las semifinales, el objetivo primordial del grupo, estará lleno de obstáculos encarnados en rivales de primer nivel. En la fase de grupos, tendrán que buscar los puntos ante China, plata en Pekín 2008, Argentina y, más tarde, México, la cenicienta. Todo para intentar quedar primeros de grupo y así evitar a la todopoderosa Brasil antes de alcanzar la lucha por la medallas. "La gran favorita a la medalla de oro es Brasil. Luego, un escalón por debajo, está España, Argentina y China", explica Garrido. "Además, siempre hay equipos nuevos que pueden dar la sorpresa. Habrá que trabajar mucho", señala Rosado. A ello, se le añade la falta de preparación. Saben que no es la idónea. Que ha sido deprisa y corriendo. Pero, por ejemplo, Carmelo se muestra confiado: "Cuando me pongo la camiseta de España, quiero ganar. Todo lo demás queda atrás".

Son sólo tres, pero bien avenidos. Van a Río casi por sus propios medios, pero su espíritu no desfallece. Porque la importancia de unos Juegos va más allá del propio éxito. Porque son utilizados por otras personas como modelos de lucha y superación en el día a día. Y eso, para ellos, ya es más que una medalla.

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