El mariscal se declara "dispuesto"

Aquel choque con el imponente Benteke en Villa Park ha dejado fuera de combate durante dos meses a Weligton. Pero el mariscal está de vuelta, coge ritmo y está presto para echar una mano mañana ante Osasuna: "Si los doctores y el mister lo ven, yo estoy listo", afirma.

Aún no dispone del alta médica, pero desde el lunes trabaja con el resto de compañeros como uno más. Si la recibe hoy puede entrar en la lista de Schuster. La zaga del Málaga está a un gran nivel en este comienzo, con Caballero como Zamora hasta ir a Pucela, con los laterales, Gámez y Antunes, como muelles por las bandas y con la dupla Angeleri-Sánchez consolidada. Pero hay contratiempos en el eje. Angeleri, que ya jugó infiltrado en Zorrilla, se resiente del meñique de su pie derecho y permanece en el gimnasio, aún no pisó el césped esta semana. Sergio Sánchez tiene cuatro amarillas y está a una de suspensión.

¿Está listo Weligton? El mariscal se explica en los micrófonos de Cope Málaga, donde dejó muchas reflexiones interesantes. "Las sensaciones son las mejores posibles. Vengo entrenando dos semanas con normalidad. Sólo falta el alta médica para ser convocado. Las ganas son muchísimas, de estar integrado, de volver vivir otra vez el día a día de un futbolista, es lo que más quiero. Pero se depende del médico y del mister. Yo siempre estoy disponible. Me encuentro bien, tengo buenas sensaciones", relataba Weligton.

Weligton, Roberto Chen y Flavio Ferreira es la terna que tiene Schuster para relevar a Angeleri en el caso de que el zaguero argentino no se recupere. Con un parón cerca igual puede forzar para reposar. También puede pensar lo inverso Schuster. A Weligton, ya lo dijo la pasada semana el alemán, se le esperaba para ir al Bernabéu. Chen llama a la puerta, los compañeros hablan maravillas de las cualidades del panameño, ilusionadísimo con la final que jugará con su país en el Azteca de México dentro de una semana para acercarse al Mundial de Brasil. En una entrevista con fifa.com lo recalcaba y recordaba su admiración por Sergio Ramos, Thiago Silva y David Luiz.

Por último está Flavio Ferreira, que entrena desde hace casi un mes con sus compañeros y que todavía no ha entrado en una lista. Schuster aún no vio el momento para meter al portugués. Como publicaba ayer este periódico, es factible su salida cedido en invierno si la situación no cambió para que coja ritmo.

Entre un puñado de frases llamativas, Weligton dejó caer que su renovación está casi pactada y que este verano se dirigió a la propiedad, en la figura de Moayad Shatat, para que le dejara marchar a su país: "Le pedí permiso para negociar con un equipo en Brasil. Por mi padre, mi familia, la Champions que habíamos hecho... Pensé que era el momento ideal para salir, para terminar mi carrera en Brasil y estar más cerca de mi familia. Pero me dijo que no, que contaban conmigo, que era una pieza fundamental para el nuevo proyecto, que le encantaría que yo siguiera. Y le dije que si encontraba el equipo, hablaríamos. Y que, si no, Málaga también era mi casa. Dios ha querido que siguiera aquí", contaba el de Alvares Florence, pueblo de 4.000 habitantes que es su refugio espiritual: "Estamos a punto de cerrar la renovación. Estamos hablando, sólo me queda este año. Estoy tranquilo. Creo que por los años que llevo en el club es una relación de amistad y cariño. Siempre les dije que no quiero estar por un contrato, sino porque me quieren y porque me siento útil. No quiero firmar cuatro años y no hacer nada, sin sentirme cómodo. Quiero disfrutar cada año".

La renovación de Weligton entronca con las ya anunciadas de Willy Caballero y Portillo y las inminentes de Eliseu y Jesús Gámez. La próxima semana, en la que habrá parón para partidos de selecciones nacionales, se avanzará y se anunciará alguna de ellas. El esqueleto del gran Málaga seguirá vistiendo del blanquiazul.