El 13 de mayo de 2006 (qué lejos queda ya esa fecha) el Cádiz y el Málaga decían definitivamente adiós a la Primera División en el Ramón de Carranza. El resultado, un contundente 5-0 a favor de los gaditanos, escenificaba dos formas diametralmente opuestas de bajar a la Segunda División. En aquel partido los aficionados gaditanos ofrecieron todo un ejemplo de cómo se debe apoyar a un equipo y en Cádiz más de uno todavía se emociona cuando recuerda la invasión de campo al término del encuentro para agradecer el esfuerzo de sus jugadores. La triste imagen que ofrecieron los jugadores del Málaga rubricaba el epílogo de una de las temporadas más negativas de su reciente historia. Ha pasado ya casi un año y medio de aquel partido y el Málaga otea el panorama futbolístico en Segunda bajo la óptica del ascenso que le da su segundo puesto actual en la clasificación.

Eliminados de la Copa del Rey (si hubiera vencido al Racing se hubiera enfrentando al Zaragoza en octavos), Muñiz y sus jugadores concentrarán todas sus miras en la lucha por el ascenso y en finalizar los tres partidos que restan para completar la primera vuelta del campeonato con un balance positivo. Los números dictan que con 40 puntos el objetivo del ascenso está mucho más cercano. Para ello, el Málaga debería sumar cuatro en los tres próximos enfrentamientos (Cádiz, Granada 74 y Tenerife) y su objetivo comenzará esta tarde en el Carranza apenas unas horas más tarde de que los Reyes Magos inunden Cádiz de sueños.

Y a uno de ellos se quiere agarrar Málaga para que su equipo regrese esta temporada a la élite del fútbol patrio. Para la cita de esta tarde Muñiz, con casi total seguridad, volverá a recurrir al mismo once titular que despidió el año con victoria ante el Sevilla Atlético con el único cambio de Apoño por el sancionado Carpintero. Arriba volverá a contar con la pólvora de Baha y Salva. Avisaba recientemente el franco-marroquí de que en los próximos partidos se vería a los verdaderos delanteros que llevaron a decir a Muñiz, muy parco en titulares, que el Málaga tenía la mejor delantera de toda la Segunda División. Sólo las lesiones han impedido ver la mejor versión de dos nueves que en esta categoría tan igualada marcan las diferencias.

Enfrente tendrá a un Cádiz en clara línea ascendente tras la voraz crisis institucional que asoló al club y que provocó la salida de Arturo Baldasano de la presidencia y de García Ramón del banquillo. Los hombres de Calderón han sumado en los últimos cuatro partidos diez de los doce puntos posibles como muestra del gran momento deportivo que vive el equipo. Contreras, que venera a Sandro, pondrá la nota emotiva de un partido en el que los dos equipos se juegan mucho. El Málaga buscará su primera victoria a domicilio del año tras tres visitas sin conocer la victoria (Hércules, Nàstic y Real Sociedad) y el Cádiz acercarse más a los puestos del ascenso. Sin duda, la victoria sería el mejor regalo de Reyes.