El mejor termómetro de malaguismo de la historia

Desde que el CD Málaga desapareció y su actual heredero vagó por las categorías menos mediáticas del fútbol, la ciudad siempre ha vivido cosida a la etiqueta de ser del Real Madrid o del Barcelona, y en un segundo plano de su equipo natal. A lo largo de la última década, con el brillante ciclo de Joaquín Peiró y el retorno a Primera de hace dos años, dicha tendencia se ha aminorado. Cada vez lucen más las camisetas blanquiazules, los días de partido y también entre semana, y resuenan menos los ecos de gol de Barcelona y Real Madrid cuando juegan en Martiricos. Paradójicamente, la calculadora ofrece para el domingo el mejor test de malaguismo de toda la historia: es matemáticamente incompatible un alirón blanco con la salvación albiceleste.

Así que las circunstancias permitirán calibrar hasta qué punto el sentimiento madridista vive oculto en la ciudad. Nadie podrá ir con careta al estadio. Aquellos que tengan el corazón dividido tendrán que elegir entre la permanencia o el alirón. Cómo sea el ambiente en el estadio, cómo se canten unos y otros goles y cómo sean las reacciones permitirá conocer cuánto de resistente es el reducto de malagueños que aún priorizan el bien madridista sobre el autóctono o hasta qué punto la ciudad ha conseguido educar a sus cachorros en la disciplina de lo blanquiazul.

Son ya tiempos pretéritos aquellos en los que el Málaga parecía un equipo filial del Real Madrid por la cantidad de cedidos que jugaban en sus filas. Actualmente, únicamente Valdo y Fernando quedan como integrantes con pasado blanco, así que el sambenito de sucursal madridista hace años que ha dejado de acompañar al conjunto de la avenida de Martiricos.

Más difícil será encontrar a quienes comparten afición entre el Málaga y el Barcelona. Obviamente, si los de Muñiz puntúan, el conjunto de Guardiola será campeón automáticamente, por lo que resultará complicado percibir si el cántico de un aficionado que simpatice con ambos conjuntos se alegrará más por uno que por otro. Aquí la estadística no influye, ya que no necesariamente que el Barcelona revalide el título significaría un descenso o una salvación blanquiazul, ambas opciones son viables. Eso sí, al Málaga le conviene que el Valladolid caiga derrotado en el Camp Nou, así que tantos los malagueños barcelonistas como los madridistas tendrán que desear un triunfo azulgrana el domingo.

Como ha venido sucediendo a lo largo de los últimos partidos en Martiricos, los directivos irán desarrollando a lo largo de la semana distintas acciones encaminadas a engalanar las gradas con los colores blanquiazules. Se mantendrán las medidas relativas a la presencia de bufandas y colores, y no se descarta que alguna de las empresas afines al club y a la ciudad contribuyan a crear un mejor clima de apoyo.

Por su parte, las peñas más representativas del equipo confeccionarán diferentes tifos especiales para la situación. Frente Bokerón y Malaka Hinchas, las que registran más miembros y suelen mostrarse más activas en este sentido, tienen previsto desplegar espectaculares pancartas de apoyo en los momentos previos para que los jugadores se sientan con más confianza para buscar el milagro de la permanencia.