Cuando el milagro no siempre es posible lograrlo

Con el presupuesto más bajo de la ACB, el Assignia Manresa intenta obrar su gesta anual, aunque ha comenzado torcido

Rodrigo San Miguel intenta superar a Sitapha Savane.
Rodrigo San Miguel intenta superar a Sitapha Savane.
J. M. Olías / Barcelona / Enviado Especial

07 de noviembre 2010 - 05:02

La ACB exige a los clubes que participan en la competición un mínimo de tres millones de presupuesto. Medida que se aprobó en su momento para garantizar un mínimo nivel de los equipos. Por ejemplo, varias de las peticiones que los huelguistas griegos pedían era equipararse a la Liga Española. Para equipos como el Manresa es cuestión de ingeniería financiera avalar tales cantidades.

El milagro anual de la permanencia con el presupuesto más bajo de la categoría no es sencillo. En Manresa, Cataluña profunda a 70 kilómetros de la capital, el baloncesto es religión. En los 90 se ganó una Copa y una Liga. Fue algo más que un milagro, no existen calificativos para aquello que hizo el equipo gobernado por Chichi Creus, hoy bien ponderado director deportivo del Barcelona. Aquello es hoy en día imposible. Vivero de técnicos y jugadores para el baloncesto catalán y español, en Manresa siempre se encuentra un patrocinador que tape algunos agujeros. Ha sido Assignia, una empresa de servicios y energía renovable la que este año ha apostado por este club.

El sueldo más alto en Manresa es de 150.000 euros, no hay más que ofrecer. Se han fichado ya a dos temporeros, Andre Owens y Uros Slokar, por las lesiones y las carencias que ha mostrado la plantilla. Sigue ahí Larry Lewis, incombustible a sus 41 años. El Unicaja le rescató la pasada temporada, en Manresa se quedaron prendados de su profesionalidad y le prolongaron un año más su contrato. Mezcla veteranos y noveles el cuadro manresano, que busca mercados menos trillados para encontrar mirlos. Lo encontró con Gladyr, el tirador ucranio que ganó el concurso de triples. También ha reclutado al jovencísimo sueco Eriksson, que a sus 16 años ya ha jugado en dos partidos. Tiene jóvenes interesantes, como Alex Llorca o el base de la cantera del Barcelona, Álex Hernández. Y veteranos como Jordi Grimau o Montañez.

Pero el Assignia no ha arrancado. Ha perdido los cinco partidos que ha jugado por 16 puntos de media. Sólo es capaz de anotar 62 por encuentro, difícil vencer con esos guarismos. En Manresa comienzan a verle las orejas al lobo. Tienen experiencia y saben manejarse en situaciones complicadas, es su sino. Para esta tarde, por ejemplo, los socios tienen una entrada gratis para un acompañante con objeto de que el Nou Congost presente un aspecto de gala y lleve en volandas a su equipo. El milagro anual no siempre será posible para el equipo manresano, pero lo intenta prolongar el máximo tiempo posible.

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