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Una pareja con estrella

  • Cook y Kelati, debutantes en el torneo copero de la ACB junto a Gomis, ganaron juntos la Copa belga con el Dexia Mons en 2006, con el base como 'MVP', y apuestan por repetir éxito común en Madrid

Omar Cook y Thomas Kelati, compatriotas estadounidenses, llegan desde orígenes diversos. Cook viene de la capital del mundo, Nueva York, de un barrio tan genuino como Brooklyn, pero adquirió el pasaporte de Montenegro. Kelati posee raíces africanas en Eritrea, pero creció en Walla Walla, estado de Washington, costa oeste americana. El baloncesto les unió en Mons, una pequeña localidad de la Bélgica minera. Apenas 90.000 habitantes a los que, cuentan, ofrecieron una gran alegría cuando en 2006 el Dexia, equipo local, conquistó la copa belga.

A Cook y Kelati les unen más cosas aparte del año de nacimiento (1982). Allí en Bélgica fraguaron una sólida amistad. Era su primera aventura a este lado del charco y congeniaron, compartían el perímetro titular de aquel equipo y vivencias fuera de la pista. Mons fue la lanzadera. Kelati jugó después dos temporadas en el Turow polaco. Cook lo hizo un año a caballo entre Samara (Rusia) y Estrasburgo (Francia) y otro en Belgrado, en el Estrella Roja. El círculo volvió a coincidir en Málaga. Ambos hablaron mucho antes de fichar por el Unicaja y celebraron el reencuentro.

Llega la Copa y Cook y Kelati se bautizan. Junto a Gomis forman el trío de novatos en esta competición. Y los dos lo celebran y muestran su motivación. "He escuchado muchas cosas, me cuentan que el ambiente es similar a la Final Four de la NCAA y todo el mundo está excitado. Se nota que es una semana diferente", asegura Cook. Sus sensaciones las comparte Kelati. "La dimensión de la competición es enorme, sólo hay que ver los medios de comunicación que hay o la afición que se desplaza. Las copas que he jugado en Bélgica o Polonia no tienen mucho que ver. Me gusta el estilo. Rápido, divertido, excitante, todo en apenas cuatro días de baloncesto. Seguro que los disfrutaremos". Cada uno a su modo ha participado en competiciones parecidas. "En Serbia es igual, ocho equipo en un fin de semana. En Rusia y Bélgica va por eliminatorias. En Estados Unidos sí jugué torneos de este tipo y motivan muchísimo", relata Cook. Kelati señala la Final a Ocho de la ULEB Cup del año pasado, donde el Unicaja le terminó de echar el ojo, como su experiencia más parecida a ésta.

"Win or go home", "Ganar o para casa", repiten el base y el escolta, que rememoran aquel título en Bélgica. Un baloncesto considerado menor aquí en España, pero del que emanan jugadores interesantes, no sólo autóctonos (Jaumin, Struelens o Hervelle han pasado por la ACB). Es una fuente de entrada de jugadores norteamericanos que después destacan en ligas superiores. Ellos dos son un ejemplo. Quizá el más notable sea J. R. Holden. Ganó el Dexia Mons (69-59) al Spirou Charleroi, con Cook de MVP (23 puntos y siete rebotes). "Recuerdo un gran ambiente. El pabellón estaba dividido en azul y rojo, los colores de los dos equipos. Nosotros éramos los azules. Le habíamos ganado en los últimos partidos y lo conseguimos otra vez después de una gran remontada. Thomas y yo hicimos un gran partido", relata Cook. Kelati firmó 13 puntos y fue el mejor escudero del base: "Es el único título que he ganado en mi vida. Lo celebramos mucho y la ciudad se volcó. Nos lo merecíamos. Un campeonato siempre es importante. Y tengo ganas de repetir, hace ya tres años de aquello". Cook sí saboreó otro trofeo, la Eurocup Challenge con el VVS Samara, con el que derrotó al Keravnos chipriota. "Ya sé que no es la Euroliga, pero fue un título", bromea el neoyorquino. Después, rozaron el doblete en Bélgica, pero perdieron la final de la Liga ante el Oostende de Jean Marc Jaumin y Mirza Teletovic.

Los dos se centran en lo que viene. El escenario es Madrid y el rival, el Gran Canaria. Pero lo importante es que el Unicaja recupere su autoestima, algo dañada tras las últimas derrotas. "El último partido sí fue bastante malo. El que nos viera diría "este equipo tiene un problema serio". Pero no creo que sea una tendencia, ni lo normal. Veníamos de un tramo duro de calendario y no nos mentalizamos adecuadamente. Creo que sólo fue un partido, nada más. Nos hizo sentir a todos que algo iba mal. Tenemos una buena química, pero tenemos que centrarnos en más detalles, estar más concentrados en ataque y en defensa", asevera Cook, que aún no se olvida de aquel tapón de Vranes en el Pionir: "Estaba bajando, clarísimamente". "Me siento terriblemente mal por mis compañeros y estoy decepcionado conmigo mismo. Estoy jugando mal, pero volveremos. Ahora hemos tenido cuatro días para prepararnos física y mentalmente para una competición. Todos sabemos que es una semana diferente", responde Kelati, que admite que ha habido propósito de enmienda: "En el vestuario ha habido tristeza. Somos un buen equipo, lo hemos demostrado, pero la manera en la que nos acercamos al partido ante el Murcia fue errónea. Fue malo para nosotros, para los aficionados y para el equipo. La Copa es una revancha para todos".

De reojo, una mirada al rival, el Gran Canaria. Valoran que ganaran en el partido de ACB, pero aseguran que esto es diferente. Kelati apunta Carl English como arma más peligrosa del rival. Cook señala la intensidad como la clave para sacar adelante el partido. Porque admiten que la historia depende, básicamente, del Unicaja. Ellos, a su manera, saben lo que es ganar una Copa. De los pases de Cook y los triples de Kelati depende buena parte de la pervivencia del sueño de ganar en Madrid.

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