Stelmet zielona gora - unicaja

Un partido de verdad

  • El Unicaja acomete un duelo trascendente en Zielona Gora. Del resultado depende mucho el pase al 'Top 16' Enfrente habrá un rival motivado, sin presión y con público caliente a favor.

Es el último de noviembre para el Unicaja, pero hay cosas importantes en juego en Zielona Gora, allí en la frontera germano-polaca, a dos horas de Berlín. Allí llegó tras un largo viaje la expedición malagueña casi a medianoche para disputar un partido con mucho peso en la temporada europea. Acostumbrado a pasar al Top 16 con cierta comodidad y sin fallar desde la temporada 2004/05, como suele pasar en otros ámbitos de la vida no se valora lo que se tiene hasta que se pierde. Y, si hoy el Unicaja pierde en Polonia, no estar desde enero con los 16 mejores equipos del continente se convierte en una amenaza real.

Los propios protagonistas admiten que no es un partido más. "Es uno de esos duelos en los que no importa lo de antes. Habrá una atmósfera caliente, lo sabemos", dice Joan Plaza. "Si no vamos con el cuchillo entre los dientes no ganaremos", incide Fran Vázquez. "Haber ganado por 33 aquí no dice nada, son ahora otro equipo, su cancha es muy díficil", remata Granger. Si es cuestión verbal, en el Unicaja existe la mentalización.

Si en Málaga existe responsabilidad, en Zielona Gora hay ilusión. No es el mismo equipo el Stelmet que el que fue vapuleado hace mes y medio en el Carpena. Después de aquello ganó en Múnich, venció al Siena y sólo cayó con un triple en el último segundo del Olympiacos en El Pireo. Y su afición, a tenor de lo que se lee en la prensa polaca y en la web del club, prepara sus mejores galas.

Joan Plaza sigue explorando caminos para encontrar la mejor versión de su equipo. El buen partido ante el Olympiacos con derrota precedió a otro con peor juego pero con victoria en Miribilla. El lastre de la derrota con el Montepaschi se determinará cuánto pesa cuando acabe esta fase, pero si hay una manera de enmendar aquello es con una victoria hoy. De reojo también se miran los otros partidos, el Olympiacos-Galatasaray y, mañana, el Montepaschi-Bayern. Metidos en el ajo todos, sólo los griegos tienen seguro el pase y nadie está descartado.

Enfrente, un equipo que tiene las cosas claras, más que en octubre. Un quinteto en el que cuatro hombres (Koszarek, Zamojski, Eyenga y Dragicevic) rondan o superan los 30 minutos por partido, con las rotaciones justas. Con más ilusión que presión. Y con una teórica caldera a su favor. Un partido de verdad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios