Aunque tanto el jeque Abdullah Al-Thani como Moayad Shatat, vicepresidente ejecutivo, afirmaron que seguirá habiendo inversión en el club, hace ya meses que el director general, Vicente Casado, se afana en encontrar nuevas vías de financiación. A falta de las grandes inyección de su dueño, el Málaga, como cualquier club de fútbol, busca fuentes de ingresos extraordinarios. San Miguel será el primer patrocinador que llega desde el convulso verano. Mañana serán presentados los detalles del acuerdo, que en ningún caso alcanzará al uniforme y que tendrá un programa de actuación diversificado.

La fábrica de la empresa cervecera, situada en el recinto aeroportuario, será la que sirva de escenario para que Vicente Casado, así como varios jugadores de la primera plantilla, presenten el convenio. Tras un recorrido por sus instalaciones, el ejecutivo blanquiazul y representantes de San Miguel comparecerán públicamente para especificar el nuevo camino que ambas partes han decidido andar juntos.

Aunque no será un contrato que permita al Málaga mejorar sus ingresos de una manera muy cuantiosa, sí supone el primer paso para extender la marca blanquiazul, no solo por la ciudad sino por cualquier rincón, y abrir nuevos cauces de financiación que permitan al club seguir dando pasos hacia el nuevo modelo que se pretende y dotar de mayor normalidad el funcionamiento diario de la entidad.