Un punto de 'cascarilla' (1-1)
Valladolid-málaga
Sólo los goles de Demichelis y Manucho animan un duelo algo insulso Sigue sin haber buenas noticias en el engranaje ofensivo del Málaga, que suma dos partidos sin perder, cuatro sin ganar
Si fue un ensayo general para la remontada ante el Oporto, mal asunto. Si los jugadores se dosificaron para economizar esfuerzos, buen botín para haber jugado con el piloto automático. Si la cuarta plaza es una carrera a largo plazo, un punto a domicilio no es mal resultado. Si Valencia, Betis, Real Sociedad y Rayo siguen echando fuego por la boca, tocará aplicarse más que ayer. Si lo que primaba era obtener un resultado positivo para ir a la gran cita sin más cargas morales en la mochila, buen empate. Si Pellegrini realmente medita ubicar dos delanteros el miércoles, experimento fallido. Lo único claro de la igualada en Zorrilla fue su ambigüedad.
Al gusto del consumidor, el Málaga lleva dos jornadas sin perder o cuatro encuentros sin ganar. Manteniendo la plaza Champions a la espera de lo que haga hoy el Valencia o cada vez más acosado por sus perseguidores, todo es como se quiera ver. El equipo se ha rehecho de los agujeros en Do Dragao y el Villamarín, la defensa parece mejor asentada, eso es cierto. Pero sigue sin haber noticias del equipo que se alquilaba un ático en el área rival. De nuevo la estadística de ocasiones apenas tuvo tachones. Sólo un tiro a puerta. Visto por los de la botella medio llena, un recital de efectividad. Demichelis sacó petróleo a los ocho minutos, luego intentaron asustar sin éxito Antunes, Duda y Pedro Morales con tiros lejanos.
Coincidieron en su valoración Djukic y Pellegrini, "el empate fue justo". Fiel reflejo de un partido que osciló de aburrido a frustrante según el balón estuviera en los pies de los centrocampistas o de los delanteros. Sólo hubo indicios de magia en Duda y esperanzas de refresco con Pedro Morales, mientras que Isco entró tarde; Saviola y Santa Cruz están bajo mínimos. Únicamente se animó el cotarro cuando apretó tan fuerte la lluvia que los resbalones propiciaron alguna llegada. Manucho capitalizó todo en el Valladolid. El peligro, el gol y hasta las faltas. Algún chispazo de Larsson y Valdet Rama, poco más. El Málaga necesita más para echar al Oporto de su camino. La defensa ante el Atlético y el ataque que hace tiempo que no aparece.
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