Rafa Nadal llega a Málaga para su última misión
"¿Preparado? Claro, si no, no estaría aquí”, fueron las primeras palabras del mito al llegar a Málaga para preparar su despedida del tenis profesional en las finales de la Copa Davis
Sus primeros raquetazos
Rafael Nadal Parera, la leyenda, ya está por Málaga. La última misión del mejor deportista español de la historia es conseguir su sexta Ensaladera, ganar la Copa Davis, competición fetiche en la que irrumpió como un trueno en Sevilla en 2004 para tumbar junto a su entrenador y protector, Carlos Moyá, a Estados Unidos. El martes es el primer Día D, el duelo ante Países Bajos en el estreno del evento. Llegó con antelación, este jueves a las 18:30 horas en un chárter procedente desde Palma de Mallorca, para preparar con esmero, adaptarse a la pista y hacer piña, a la espera de que desde Turín aterricen Carlos Alcaraz y Marcel Granollers, en Italia en las ATP Finals. Con él están ya desde este viernes, Roberto Bautista, que ha estado varios días con él ejercitándose en Manacor en la Rafa Nadal Academy, y Pedro Martínez más algún sparring más.
Nadal apareció por la terminal de aviación privada del aeropuerto Pablo Ruiz Picasso, ya con luz nocturna. Con él, su equipo, con el citado Moyá al frente. Se paró un par de minutos para hacerse fotos con los aficionados, pequeños y no tan pequeños, recibió un cuadro pintado de él con su hijo, el pequeño Rafael, y fue preguntado a salto de mata por la prensa presente en el exterior. “¿Preparado? Claro, si no, no estaría aquí”, decía para acabar con una carcajada. “Todo bien”, cerraba cuando se le cuestionaba por su estado físico. Una vez entró en la furgoneta se le esperaba en la Reserva del Higuerón, en Fuengirola, donde está situado el cuartel general de todos los equipos de la Copa Davis. Pero Nadal no abandona la minuciosidad ni en el crepúsculo de su carrera. Lo primero fue ir a visitar la pequeña villa olímpica para los tenistas, que ha resistido los embates de la DANA, edificada en la zona de Inacua, a unos 500 metros del Carpena. Pudo pasar por delante del cartel de 2.600 metros cuadrados con un Rafa Nadal de 15 metros de altura que preside la grada recubierta del Ciudad de Málaga, enfrente del Palacio.
En esa especie de tenislandia hay una pequeña ciudad con todas las comodidades (gimnasio, fisios, servicios médicos, restaurante...) y cinco pistas de entrenamiento para que los 20 equipos (12 de mujeres y ocho de hombres) preparen el día a día con los partidos sin problemas de espacio. Reproduce exactamente la superficie de la pista central del Martín Carpena, GreenSet. Y allí dio sus primeros raquetazos en Málaga, donde ya jugó en 2006 y 2007 torneos de exhibición en el mismo lugar. Y donde él y su familia invertirán en la gestión de Inacua Raqueta, el otro complejo tenístico a escasos metros. También allí le esperaban aficionados para hacerse fotos con el manacorí, que se acercó a firmar autógrafos. Dentro estaba ya el capitán, David Ferrer, que dejó claro semanas atrás que le alinearía si estaba bien en el teórico duelo con el número dos holandés, Van den Zandschulp. Toni Nadal también afirmaba que había entrenado “como hacía tiempo que no le veía” hace unos días. Está la tentación de querer imaginar a un Nadal imperial que hace dos años y medio que no se ve. Pero ¿quién apuesta contra uno de los más feroces competidores de la historia del deporte?. Después, ya sí, llegó el descanso. Este viernes por la mañana, de 10:00 a 13:00, está reservada la pista central del Carpena para el equipo español, para que se ejercite como consideren oportuno sus técnicos y jugadores. Ha sido el equipo más madrugador de la Copa Davis mientras paralelamente se celebra la Billie Jean King Cup después de que, felizmente, las copiosas lluvias caídas sobre la Costa del Sol no causaran destrozos en las instalaciones.
Durante estos días llegarán el resto de equipos. De no haber problemas físicos se espera a Alcaraz y Sinner, la rivalidad dominadora que viene, entre otras grandes raquetas. Pero eclipsa todo la retirada del gran mito del deporte español, su última misión en el deporte profesional, que tiene lugar en Málaga, en tierras andaluzas. Una inversión altísima de tres años de la instituciones en la Copa del Mundo del tenis que tiene el premio final de acoger el adiós de Rafa Nadal, rodeado de personas especiales en su carrera y personalidades del más alto calado nacional e internacional. Con sorpresa, porque no se sabe cuándo llegará el homenaje, en función del calendario y de cómo progrese el equipo español, que debutará este martes (17:00 horas) ante Países Bajos.
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