Un recorrido mejorado pero con detalles aún por pulir
La carrera tomó el centro histórico, aunque el paso por la calle Alcazabilla fue algo caótico
El segundo Maratón Ciudad de Málaga sí pisó las calles del centro histórico. Tras pasar de largo en la edición anterior por las numerosas obras existentes entonces en la zona, la organización modificó el recorrido de 2010 y, en el tramo de vuelta, la prueba transcurrió por la calle Alcazabilla, Plaza de la Merced, Alamos y Carretería antes de tomar de nuevo el Muelle de Heredia y el paseo marítimo Antonio Machado camino del estadio de atletismo.
La experiencia, en líneas generales, fue positiva. Se resguarda a los corredores en ese tramo del viento que suele castigarles cuando transitan a la vera del mar y sirve para que los visitantes conozcan la parte más lustrosa de la ciudad. Hubo, sin embargo, algún lunar en este periplo por el casco antiguo. La condición de peatonal que ahora tiene la Calle Alcazabilla no ayudó demasiado. Los últimos corredores se vieron molestados por paseantes que no respetaron el paso de los atletas y se vivió alguna escena de tensión. Quizá la colocación de unas vallas que facilitasen el paso de los corredores lo hubiese evitado.
Un pequeño lunar en una prueba que contó con mejor climatología que el año pasado y con mayor respaldo del público, sobre todo en La Malagueta y el centro.
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