Sandro Ramírez será una de las cabezas visibles del nuevo proyecto blanquiazul. La gente ha depositado mucha confianza en que su talento fluya en Málaga tras vivir a la sombra de Messi, Luis Suárez y Neymar. No obstante, a día de hoy el nombre de Sandro sigue asociándose a uno de los jugadores más mágicos y carismáticos que ha vestido la blanquiazul: Carlos Alejandro Sierra Fumero. El canario ya hace años que abandonó el club y la ciudad para volver a su Ibarra natal. Colgó las botas en Martiricos hace una década, aunque hasta 2010 estuvo vinculado en la secretaría técnica. Hace dos años, dirigiendo la empresa familiar, los amigos de toda la vida le pidieron jugar con la UD Ibarra en Tercera y accedió. Jugó la campaña 14/15 y la anterior. Y este verano decidió dejarlo de manera definitiva, a unos meses de cumplir 42 años.

Aunque vivió dos etapas exitosas, Sandro siempre quedará más asociado a aquel Málaga de Joaquín Peiró que tocó el cielo llegando a los cuartos de final de la UEFA en 2003. Y era el único de aquel plantel que todavía jugaba al fútbol, de ahí que su retirada sea especialmente simbólica. El eterno 23, que todos los veranos viene a Málaga, continúa asentado en el sur de Tenerife junto a su familia.