Desde que empezó la temporada, el Unicaja apenas ha podido contar con más de dos o tres días para preparar sus respectivos partidos de ACB o Euroliga. Todo un reto que obliga a trabajar conceptos a marchas forzadas y que impide una mejor compenetración de las plantillas que disputan competiciones continentales.

Para los de Plaza, son novedosos estos seis días de los que disponen para preparar el duelo contra el Estudiantes de este sábado. Todo un mundo comparado con lo que acostumbra el técnico catalán para afrontar cada uno de los choques que han disputado hasta la fecha.

Sin duda, estos días extra van a venir a la perfección para mejorar y afianzar algunos conceptos con los que el entrenador no se estaba mostrando nada conforme. Los problemas de concentración en los últimos cuartos estaban siendo todo un quebradero de cabeza para los cajistas, que no tienen un partido sencillo en el Martín Carpena.

El cuadro madrileño llegará a Málaga con la moral por las nubes tras derrotar al Barcelona. Los estudiantiles se encuentran en un gran momento de forma, mientras que el Unicaja necesita reencontrarse tras los últimos tropiezos. Será, sin duda, una buena piedra de toque para afrontar de la mejor forma posible los cuatro encuentros consecutivos que disputarán los malagueños en casa durante este periodo navideño.

Además, Plaza cuenta con casi todos los efectivos a su disposición. Con la excepción de Vasileiadis, quien sufre una pequeña rotura muscular que ya le ha descartado para el duelo del sábado, el técnico cajista puede trabajar con toda la plantilla.

Una semana algo atípica, pero bastante aprovechable. Sobre todo para los jugadores que llevan tiempo arrastrando molestias como son los casos de Thomas, Granger o Markovic. Buena oportunidad para recuperar y poder llegar en la mejor forma posible a la cuesta de enero y febrero que se le viene encima al equipo, con partidos clave tanto en ACB como en Euroliga, y con el bonito reto de la Copa del Rey al fondo.

Se avecina un intenso arranque de 2015 para el que toca estar preparado. Siempre mejor habiendo terminado este 2014 con un buen sabor de boca.