La victoria tiene la capacidad de convertir lo que era negro en blanco. El Rincón Fertilidad logró ante el Zuazo sus primeros dos puntos de la temporada y transformó las caras largas, las dudas y las inquietudes en sonrisas para al menos dos semanas. Llegó el triunfo, ese tan ansiado que permitirá al equipo recibir el parón por las selecciones en el mejor momento para degustar su actuación y ponerse a tono en un estado anímico diametralmente opuesto.

"Han estado entrenando con la misma intensidad, pero en estos días se nota otra cosa. Las caras han cambiado y sobre todo confían las unas en las otras", señala el técnico Diego Carrasco. El inicio de la semana se ha hecho mucho más llevadero para sus pupilas, a las que ve "avanzando" después de vencer por 26-23 a uno de los fuertes como el Zuazo. Un partido donde el equipo dejó de lado los errores cometidos en otras ocasiones para ser mucho más sólido. Y es que era una cuestión de trabajo: "Todos coincidíamos en lo mismo. Había un sisema de juego nuevo para seis jugadoras y se tenían que acoplar, los entrenamientos eran buenos y nos faltaba tiempo solamente. Ante el Zuazo sacamos esa casta y dimos un golpe en la mesa para ver que aspiramos a estar arriba, aunque siempre con respeto a nuestros rivales".

El mayor problema residía en las segundas partes, cuando las de Carrasco empezaban a ceder puntos hasta entrar en un estado de enajenación que las hacía desaparecer. "Llegaba un momento en el que se instalaba el miedo a perder o la presión por ganar, pero era una tontería porque nos entraban las prisas cuando íbamos por delante y con tiempo", señala, celebrando que han roto esa barrera psicológica: "Contra el Zuazo tuvimos una pequeña pájara, pero el equipo se repuso. En el tiempo muerto vimos que quedaba mucho y estábamos controlando e insistimos en que no podíamos dejar ir lo que habíamos ganado en la primera parte".

A pesar de todo, en el vestuario siempre mantuvieron la calma. Pepa Moreno y Virginia Fernández dieron un paso adelante para defender a las suyas y recordar que no es la primera vez que se ven en una de estas, señala el míster: "Ellas salieron para transmitir que estaban tranquilas, que se está entrenando bien y quitar presión a las nuevas".

Ahora tienen dos semanas para mejorar el tono físico y compactar el equipo. Dispondrán, además, de una prueba importante con la Copa de Andalucía que se celebrará entre el 11 y el 12 de octubre. Hoy será el sorteo que definirá su rival en semifinales: Los Olivos, Adesal Córdoba o Vícar Goya. "Queremos ganar la quinta", señala Carrasco.