La superioridad del Puertollano acaba con un impotente Estepona

Fútbol l Segunda B

El equipo de Burgueña no pudo dejar de nuevo su portería a cero · Acorán y Encinas dejaron en evidencia a la defensa rojilla · Los de Jacobo Maestre consiguieron su primera victoria de la temporada

Cabello se dispone a sacar una falta ante un rival.
Enrique Salvatierra

13 de septiembre 2010 - 05:02

El fútbol es cuestión de pegada. Dinamita lo llaman algunos. Ese extra que te da tener jugadores capaces de solventarte un partido. Y eso entra dentro del amplio catálogo de cosas que se pueden comprar en este deporte. Ayer, el Puertollano demostró un cursillo avanzado de ello. La llegada de los nuevos dueños ha impulsado a equipo y afición a un grado de responsabilidad impensable. Jacobo Maestre comanda un grupo de futbolistas que dará mucho que hablar este año en el grupo IV. En la noche de ayer le tocó comprenderlo al Estepona. El equipo de Burgueña se plantó en el Sánchez Menor con el mismo once con el que goleó hace una semana al Jumilla. Pero la ilusión se convirtió rápidamente en seriedad cuando Acorán y Encinas comenzaron a dejar en evidencia a una nerviosa defensa esteponera. A los cinco minutos, Pedro Díaz remataba a placer el primer gol del partido. Con ese tanto se acababa la imbatibilidad del Estepona en este campeonato. Dos partidos le ha durado a Ávila su portería a cero. El Puertollano se adelantaba en el marcador y en ésas se mueve como nadie. A partir de ahí fue cuando se empezó a comprobar el verdadero potencial que tiene ese equipo. Los de Burgueña atacaban a rachas, con Pedro y Cabello en la punta del ataque, pero sin la profundidad necesaria para hacer daño al rival. Mientras los rojillos buscaban la reacción, llegó el mazazo definitivo. Pasada la media hora de partido y con Carlos Arias pasado de revoluciones, Acorán fue derribado en el área por el central esteponero, al que le benevolencia del árbitro le evitó la expulsión. La consecuente pena máxima fue transformada por Encinas y con el 2-0 se llegaría al final de los primeros 45 minutos, con claro dominio local.

A la vuelta de vestuarios la historia cambio bien poco. Pedro lo intentó con varios tiros lejanos y las jugadas a balón parado llevaron el único peligro del Estepona en la segunda mitad. Burgueña refrescó el once dando entrada a Rubén Cruz, pero el guión del partido no varió ni un ápice. El centrocampista no pudo reeditar su actuación de la última jornada y se ahogó en un partido al que le quedaba poca historia por escribir. La superioridad seguía siendo del conjunto local, mientras que el Estepona no era más que una sombra de aquel equipo que goleó hace una semana al Jumilla. Todo mientras Ávila veía como una y otra vez aparecían diablillos vestidos de azul que se estrellaron hasta en dos ocasiones con la madera. El marcador pudo aumentar, pero sólo el acierto del guardameta y la suerte acompañaron a un Estepona que acabó entregando la cuchara en los minutos finales, para que la afición local disfrutara de sus héroes.

Burgueña insistió a principios de temporada en la importancia de mantener la portería a cero. Al equipo le cuesta mucho ir a remolque. Pero ésta ha demostrado no ser su guerra por el momento. El Sevilla Atlético será otra historia en la próxima jornada liguera.

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