En territorio maldito

En este peregrinar hasta el cielo que se ha convertido la temporada del Málaga, ahora plasmado en la caza del Numancia como objetivo más inmediato, hoy toca visitar uno de esos feudos que el malaguismo actual jamás ha profanado. O sea, un nuevo reto en territorio hasta ahora maldito.

Dos derrotas y dos empates es la cosecha del Málaga C.F. en sus visitas al Las Palmas. Especialmente dolorosa la de la pasada temporada, porque provoca hedor a sufrimiento, a los nervios que se vivieron hasta que el destino permitió respirar después de empatar ante ese Cádiz amigo. Los de Muñiz desperdiciaban el regalo del tanto de Víctor en propia meta y se dejaban remontar un partido que debía haber sido suyo.

Ahora, por suerte, el panorama es totalmente diferente. Los malagueños llevan toda le temporada en puestos de ascenso y su pelea es otra, aunque tampoco resulta empresa fácil. Con el Sporting y la Real Sociedad más cerca, la preocupación de los hombres de Muñiz ha evolucionado hasta fijarse el primer puesto como meta. Es un signo de madurez de una plantilla que, por tercera semana consecutiva, va a necesitar variaciones a causa de las sanciones.

Carpintero y Helder, dos de los titulares habituales, no han podido viajar. Si Muñiz aboga por la lógica, Silva supliría al portugués y Apoño al leonés. Otra variación, con la que el equipo recuperaría el equilibrio, podría ser la inclusión de Erice en el once, en detrimento de Eliseu, cuyo puesto volvería a ocupar Calleja. Las molestias de Paulo Jorge en la espalda desbaratan las dudas sobre la posible titularidad en la banda derecha y deja a Cheli el camino abierto a su vuelta. Jesule, pese a las quinielas que algunos juegan, se ha quedado fuera de la lista y la gran novedad es la inclusión de Raúl Gaitán.

Con la misma ansiedad con la que fue el Málaga en su primera visita al Gran Canaria, la de que no sumar de tres en tres significa un excesivo coqueteo con los puestos de descenso a Segunda B, se encuentra el Las Palmas. Un motivo que, según han argumentado los malaguistas esta semana, obligará al conjunto canario a abrirse, dejar espacios y proponer un partido más conveniente para sus intereses.

Una previsualización de un choque demasiado bonita. Más a estas alturas de temporada donde desde los de arriba hasta los de abajo dan verdaderos bocados. Eibar y Polideportivo Ejido son los dos claros ejemplos a los que el Málaga ha expuesto sus carnes. Las Palmas es un buen sitio para revertir esa tónica y la maldición de no ganar en esa isla.