LA Copa del Rey 2008 ya es pasado. Ahora toca centrase en las competiciones europeas, con muchos equipos españoles clasificados para la segunda fase de la Euroliga y de la ULEB Cup y por supuesto en la Liga ACB, donde la igualdad está siendo máxima en los diversos frentes (play off y descenso) que hay abiertos.

Como último detalle destacable del fin de semana copero, resalto nuevamente el gran mérito que tiene lo que ha hecho el DKV Joventut. En los dos últimos años estaban haciendo un gran baloncesto que les había llevado a jugar la Euroliga en la temporada pasada. Les faltaba un título que fuese la recompensa a tanto trabajo. Llegó en Vitoria. Con él, la confianza para seguir en esta línea. El futuro del equipo verdinegro pasa por seguir apostando por esta filosofía y por una cantera que no para de sacar jugadores. Recuerdo que en el famoso torneo de Hospitalet junior del pasado enero había varios jugadores de la Penya que ya habían debutado durante la pretemporada con el primer equipo. Nunca se sabe qué pasará con estos jugadores, pero con un entrenador como Aíto es más factible que puedan llegar arriba. El club verdinegro no dispone de los recursos económicos de los grandes de nuestro baloncesto y por ello tiene menos presión. Se pueden dedicar a sacar jugadores de la cantera y al mismo tiempo intentar ser competitivos. Unos años se podrá conseguir y otros no. Pero lo importante es saber lo que quiere el club y cuál es su proyecto para años venideros.

Exigir a partir de ahora títulos al Joventut por parte de sus aficionados sería un grave error que podría desembocar en una pérdida de identidad, como ya le ocurrió hace algo más de una década, tras ganar campeonatos españoles y europeos. Es bonito y puede servir de ejemplo para otros ver cómo un equipo es capaz de sacar jugadores de la cantera y al mismo tiempo competir sin ningún tipo de presión (sólo la que ellos internamente se pongan). Es un tema realmente delicado y complejo. A algunos clubes, por la dinámica de exigencia en la que han entrado, les sería muy difícil poder retomar. El problema es más externo y de expectativas del aficionado que del propio club en sí. La cuestión sería intentar vender el producto de otra forma.

El gran paso de Pau Gasol

Al margen de la Copa del Rey, el mundo del baloncesto ha quedado convulsionado en la última semana por el fichaje de Pau Gasol por Los Angeles Lakers de la NBA. Todos los medios de comunicación se hacen eco de la noticia y lo han destacado como uno de los hechos más relevantes.

Se trata de un gran paso adelante en la meteórica carrera del jugador catalán. Una vez demostrado todo como jugador en los Memphis Grizzlies, su siguiente reto incluía su traspaso a una franquicia con muchos más recursos y posibilidades. Lo intentó por activa y por pasiva en la temporada pasada pero no se llegó a ningún acuerdo, lo que le provocó la animadversión de algún sector de su propia afición. Cuando quizás nadie lo esperaba llegó un intercambio de jugadores que sin duda le ha beneficiado. Y de qué manera. Aspira a ser campeón de la NBA, más posibilidades de ser all star, le descarga de la presión de ser cada noche el mejor jugador, está en un club cuya estructura (como él ha repetido en varias entrevistas) está a la altura de las mejores y, lo que es más importante, ha recobrado la ilusión y las ganas de seguir progresando.

Pau sólo tiene 27 años y aún puede mejorar en muchos aspectos del juego. Necesitaba un empuje moral de esta importancia. Estoy convencido de que su inteligencia le llevará a saber aprovechar y sacar el máximo rendimiento a todo lo que le está ocurriendo. He visto varios de sus partidos con su nueva camiseta y más allá de números la impresión que transmite es de estar muy ilusionado con el nuevo reto. Sus compañeros parecen también estar muy contentos. La química que transmite el equipo es muy positiva. Hay detalles cuando ves un partido que reflejan lo unido y lo comprometido que está un grupo. Y Los Angeles Lakers, con Pau, están dando muestras de ir todos a una y remando en la misma dirección. Por lo menos en estos inicios. El tiempo y, sobre todo, los resultados dirán si es así o no.