Deportes

"Me veo teniendo buena química con La Rosaleda"

  • "Aquí se agradecen más detalles y, aunque le des un poco, la afición se vuelca contigo", dice un Joaquín que luce sinceridad: "Si el Valencia me hubiera ofrecido la renovación dos meses antes, igual no hubiera venido"

Joaquín gana adeptos con sus regates y sus sonrisas. Por eso acumula admiradores y amigos. Apenas unas semanas le han valido para ser ya una referencia en el nuevo vestuario blanquiazul. En Valencia no siempre fue así. Así que el regreso al sur ha sido como un plan de rejuvenecimiento para él. Andalucía le dio todo y ahora quiere devolverle una parte importante a Málaga.

-Se le ve desde el primer día muy integrado.

-Sí, las sensaciones son muy buenas. Todo es positivo en cuanto al club, la afición y el proyecto. Personalmente, afronto una etapa nueva con muchas ganas, muy ilusionado e integrado y con las bases puestas para poder disfrutar, que es lo que busco.

-Le ha faltado muy poco tiempo para convertirse en uno de los más bromistas.

-Aquí ya me conocen. He llegado nuevo pero saben quién soy. Pero no sólo soy yo, hay un grupo muy simpático y agradable. La convivencia es importantísima para estar todos juntos y que eso se refleje en el campo.

-Ha cogido mucha complicidad con Sergio Sánchez, curiosamente, alguien con quien puede coincidir jugando por la banda derecha.

-Sergio es catalán, pero sevillano cien por cien. Es muy buen tío y con un corazón grande, nunca mejor dicho. Es un tío transparente. No lo conocía, pero ha habido un flechazo entre nosotros. En general, el grupo es muy humano. Nos ayudamos mucho. Creo que hay una base nueva muy buena.

-¿Cómo va la cohesión del grupo con tantos nuevos?

-Lo intentamos. Hay muchas caras nuevas pero de eso se trata, de integrarse lo más pronto posible, entrenar bien y facilitarle todo ese trabajo al cuerpo técnico. Esto acaba de empezar y ya iremos viendo qué pasa, pero ahora mismo se está haciendo todo para que los jugadores se sientan a gusto.

-Con tanto que le está costando aprender español a Toulalan, ¿cómo lleva él lo de entender su particular forma de hablar?

-Uf. No soy el mejor maestro, mi hablar es un poco más complicado. Pero al menos te entiende. Hablar le cuesta, pero el chaval le está poniendo empeño, que no es fácil.

-¿Necesitaba volver al sur?

-También necesitaba un cambio deportivo. Era el momento de pegar un cambio y ahora ya veo que es positivo en todos los aspectos. Volver al sur es fundamental, así como venir a un equipo que está haciendo un proyecto muy bonito, con una afición muy ilusionada.

-Suena a tópico, pero para usted la tierra tira.

-Sí, mucho. Después de estar cinco años en Valencia, que se te plantee esta situación... Uf. Vuelves con ganas, con alegría. Todos dirán: ya, suena muy bien. Pero es que es así. Y en eso, personalmente no puedo estar más contento.

-Usted que ha jugado en Andalucía y fuera, ¿comparte la sensación de que al jugador andaluz se le ataca demasiado lejos de aquí?

-Personalmente, a mí se me ha exigido mucho porque mi fichaje fue grande, costó mucho dinero. Yo he estado cinco años en Valencia y todos la exigencia ha sido brutal. Allí se han conseguido buenas cosas y la afición pide estar entre los mejores. Este año igual el equipo se ha rodado más con un entrenador que llevaba muchos años... Son formas diferentes de entender el fútbol. En Andalucía, esa pasión y esa alegría en otros sitios no la encuentras. El jugador andaluz es lo que echa de menos. Son conceptos distintos de ver el fútbol y de entenderlo, y yo me considero un futbolista para el fútbol andaluz. Aquí se agradecen más detalles y, aunque le des un poco, la afición se vuelca contigo.

-Por esa regla de tres, ¿se ve haciendo buenas migas con la afición de La Rosaleda?

-Sí, sí, perfectamente. Me veo teniendo buena química con ellos. Ellos me conocen a la perfección y yo he visto cómo el año pasado, con la situación en la que estaba el Málaga, el campo estaba lleno. Eso lo dice todo. Esperemos darle muchas cosas para que todo ese sufrimiento se convierta en alegría. Vamos a sufrir, por supuesto, y ellos también, pero que no les quede ninguna duda de que lucharemos porque se vayan de La Rosaleda con su sonrisa.

-¿Le molesta que alguien le vea más como un chistoso que como un jugador?

-No, porque siempre han visto cómo es mi carácter. Mi forma de ser es la que es y no la puedo cambiar. La gente me conoce como soy, pero nunca han dejado de ver ese buen futbolista. Y por eso me siento orgulloso y feliz, porque la gente sabe de qué jugador se está hablando. Luego está mi forma de ser, también con días malos y cabreos. Pero nunca me ha importado porque se me ha respetado personal y deportivamente. Lo veo cada día.

-¿Y cómo encajó un jugador de su talante que Lopera lo mandara para Albacete?

-Uf, ahora es muy gracioso. ¡Es que el tío me mandó a Albacete! En su momento fue jodido, ya no el hecho de ir a Albacete, sino los días y días de negociación luchando contra Don Manuel. Yo sabía lo que me esperaba, que no me lo iba a poner fácil por el cariño que me tenía y porque no me iba a dejar escapar así como así. Al final, con un poquito de capote y paciencia salió la cosa. No fue agradable, aunque ahora lo intente recordar como una anécdota.

-Don Manuel Llorente también se lo ha puesto difícil para salir.

-Sí, pero es una situación muy distinta. A mí cuando se me traslada la opción de venir al Málaga, con Antonio [Fernández] lo vimos claro desde el primer minuto. Ya fue hablar con el entrenador y el presidente. Yo hablé personalmente con él y le transmití lo que yo quería, ir al Málaga. Sabía que no iba a ser fácil, pero que se haría sí o sí.

-¿Llegó a temer porque no se hiciera el fichaje cuando se enconó la negociación?

-Hubo un momento en que fue así. Pero, después de lo que yo había hablado con presidente y entrenador, sabían que me iba a quedar a disgusto. Y ellos no iban a querer un jugador como yo, con lo alegre que soy, de esa manera. Así que hubo la opción de haberme quedado, pero era complicado. Después de pelear, se hizo. Obviamente no era fácil porque ellos se deshacían de un jugador que en los últimos años había jugado, que habíamos entrado en Champions y no se podían hacer a la idea de que me fuera porque tenían en mente ofrecerme la renovación. Si me la hubieran ofrecido dos meses antes, igual yo no hubiera venido a Málaga. Pero lo primero que se me presentó fue esto y ya no hubo marcha atrás.

-De Lopera a un jeque. ¿Hay mucho cambio?

-(Risas) Es más peculiar todavía. Lo importante es que está haciendo un bien en el equipo y en la ciudad. Un equipo que viene y hace lo que hace, chapó. Es bueno para tener buen equipo, para dar trabajo y eso hay que tenerlo presente.

-¿Qué tal por Málaga en sus primeros días?

-Bien, porque ya la conocía, sobre todo Marbella. La capital la voy conociendo más. Aunque veremos a ver, porque ahora está todo levantado y ya me he perdido dos o tres veces. Tenía que ir al centro y no llegaba en la vida (risas).

-¿Sacará tiempo para alternar fútbol y toros?

-Claro que sí. Ahora estoy invitado a la corrida del día 17 en Feria.

-Y en el ruedo, ¿con quién juega?

-Yo soy de Curro, por supuesto. En la actualidad, quien más me gusta es Morante, que es arte puro. Luego está José Tomás, que es otro fenómeno, pero yo no puedo verlo porque sufro mucho.

-Otro que ha vuelto a los ruedos ha sido el Betis.

-Y ya tenía yo ganas de eso. Estoy contento por ello porque les hacía falta. Esperemos que los béticos disfruten de este año y se mantengan en Primera, que es lo importante. Que den ese pasito importante después de todo lo que les ha tocado vivir.

-¿Cómo valora la situación tan enrarecida que hay por allí?

-La situación es extraña. Extraña, difícil, complicada... Son momentos en los que hay que salir adelante. El estar en Primera le va a dar al Betis un empujoncito adelante y en lo económico también se van a desahogar un poco. Va a ser un año de transición. Si son capaces de hacer un buen año y mantenerse en Primera, yo creo que va a ser un paso adelante para que el Betis vuelva a ser el equipo que fue.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios