Un poco menos de vida

El Maygar Antequera camina hacia el descenso de categoría. Cada jornada que pasa está más lejos de poder evitarlo. Ayer se presentaba otro partido crucial. Visita al Naturhouse La Rioja y, pese a la garra de la joven plantilla de la que dispone Antonio Ortiz, llegó otra derrota. Los riojanos sufrieron más de lo esperado (34-32), pero la incapacidad antequerana para frenar el contraataque rival en el primer tiempo hizo inútil la reacción en la segunda mitad.

El Antequera se queda con un poco menos de vida pero aún no está muerto. De los equipos que le anteceden en la clasificación sólo ganó el Guadalajara. El Academia Octavio empató y el Huesca vio cómo su partido en el País Vasco se suspendía en el descanso por unas goteras. Matemáticamente aún es posible, pero obliga a rozar la perfección en los tres partidos que restan.

Radulovic y Bustos lideraron al equipo malagueño en unos buenos primeros minutos, en los que se mostró muy efectivo en ataque, pero la plantilla del Antequera pasa por un momento muy delicado y en cuanto tuvo una dificultad seria se vino abajo. Pasado el primer cuarto de hora, el Naturhouse ajustó su defensa, apareció un Jorge Martínez a muy buen nivel en la portería y comenzó a jugar con más velocidad, lo que le bastó para ponerse por delante y no perder ya nunca más la iniciativa.

La superioridad del equipo local, con el brasileño Silva destacado, fue más evidente en la recta final del primer tiempo, en la que con el Naturhouse prácticamente sentenció el choque con cinco goles de ventaja. Los riojanos perdieron intensidad en el segundo periodo, lo que permitió al Antequera acercarse (22-18), justo antes de que el Naturhouse volviera a poner un poco más de velocidad en el choque para abrir hueco en el marcador y llegar a su máxima diferencia en el partido (28-20), con más de diez minutos por jugar.

Con todo en contra, el equipo malagueño trató de que el partido cambiara, pasó a dominar el ritmo y en apenas seis minutos empezó a creer en sus posibilidades (31-27 a falta de cinco minutos). Pero le faltó tiempo y tuvo que conformarse con una derrota honrosa que, sin embargo, no aclara su futuro.