EL desarrollo y la innovación en el sector comercial tradicionalmente han sido muy escasos y han estado basados fundamentalmente en la imitación de los otros sectores. Pero en las dos últimas décadas, el panorama se ha modificado radicalmente, pudiendo afirmarse que en la actualidad las invenciones se convierten en innovaciones y éstas se difunden por la actividad comercial al resto de la economía. La tecnología intangible del autoservicio continúa extendiéndose y va acompañada de nuevos diseños tecnológicos: las nuevas cajas registradoras, los sistemas de lectura óptica, las balanzas electrónicas, los equipamientos de etiquetado, los ordenadores de gestión y el comercio electrónico, son buenas muestras de ello.

De ser sector receptor, en materia tecnológica y de innovación, la actividad comercial está pasando a ser cada vez más un sector impulsor. La innovación en el comercio es continua y propicia que las empresas empiecen a tener sus propios departamentos de ID (o asimilados) donde desarrollan sus procesos innovadores.

Así, de los dos grandes tipos en que se divide la innovación: tecnológica (innovación de producto o de proceso) y no tecnológica (innovación en marketing o de comercialización), la atención prioritaria a estas actividades por parte de las empresas comerciales va dirigida a la no tecnológica, especialmente a la innovación en marketing, siendo ya algo más del 23% del total de empresas comerciales con más de diez trabajadores con sede central en Andalucía y el 25% con sede central en España que realizan estos procesos innovadores en el período 2007-2010. Si bien, el porcentaje de empresas comerciales que también realiza innovación tecnológica es asimismo considerable, el 13,4% del total de empresas en Andalucía y 15,8% en España, a pesar de la reducción del número de empresas innovadoras que se está produciendo en estos años de crisis.

Dentro de esta actividad innovadora, los esfuerzos de las empresas comerciales se concentran prioritariamente en los aspectos relacionados con las mejoras en la calidad de los bienes y servicios; reducción en los tiempos de respuestas a los clientes; mejoras en el intercambio de información y comunicación, mayor capacidad de prestación de servicios y aumento o mejora en la cuota de mercado. Estos objetivos de innovación están íntimamente relacionados con las nuevas estrategias competitivas de las empresas comerciales donde los conceptos producto creativo (novedad), proceso creativo (desarrollo de nuevas ideas) y personas creativas (que demuestran ciertas habilidades y logros) adquieren una dimensión esencial.

Consciente de la importancia de la innovación y de la mejora continua en la calidad de los servicios que prestan las empresas comerciales andaluzas, la Consejería de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía apuesta claramente por la renovación y la mejora tecnológica de la pyme comercial en la nueva línea de ayudas que ha puesto en marcha.

Así, la directora general de Comercio, María del Carmen Cantero, manifiesta que "somos conscientes que la falta de recursos está dificultando la incorporación de mejoras tecnológicas en muchas de nuestras pequeñas y medianas empresas, por ello queremos facilitar el desarrollo de estos proyectos aportando financiación para ello". "La nueva orden de ayudas a modernización de pymes de la Consejería de Turismo y Comercio contempla como conceptos subvencionables, entre otros, la adquisición de equipos tecnológicos, conexión a internet, diseño e implantación de portales de ventas no presenciales o adquisición de software destinado a aplicaciones de contabilidad, facturación, almacén y automatización de las ventas", señaló.

Junto a la innovación, la calidad del servicio es un elemento clave que marca la diferencia competitiva en las empresas comerciales. Por ello, esta diferenciación se sustenta cada vez menos en la dimensión y más en la capacidad de ofrecer algo distinto, en ser creativo.

En este sentido, la nueva línea de incentivos a pymes de la Consejería recoge como actuaciones subvencionables los gastos derivados de la implantación y renovación del certificado UNE 175001-1 de calidad de los servicios en el pequeño comercio, con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de las pymes comerciales andaluzas.