Economía

La CE prevé que España entre en recesión en el segundo semestre

  • Bruselas recorta también las previsiones de crecimiento para la eurozona y la UE hasta el 1,3% y el 1,4%, respectivamente.

La crisis de la economía española se agravará en los próximos meses hasta entrar en la temida recesión en la segunda mitad del año, según las nuevas previsiones económicas publicadas hoy por la Comisión Europea.

El Ejecutivo de la Unión Europea (UE) calcula que el PIB español se contraerá el 0,1% entre julio y septiembre y el 0,3% entre octubre y diciembre.

Pero la española no será la única de las grandes economías europeas que caerá este ejercicio en recesión técnica (que tiene lugar cuando la actividad baja dos trimestres consecutivos). La Comisión pronostica ese mismo destino a Alemania, con retrocesos del PIB del 0,5% en el segundo trimestre y del 0,2% en el tercero, y Reino Unido, con caídas del 0,2% en el tercer y cuarto trimestre.

La persistencia de las turbulencias financieras, el fuerte encarecimiento de las materias primas y el parón del sector inmobiliario en varios países han obligado a Bruselas a aplicar un severo recorte a sus previsiones de crecimiento para este año, al tiempo que eleva las de inflación.

Según los nuevos cálculos, la economía española crecerá este año el 1,4%, ocho décimas menos que lo vaticinado en abril pasado, y 1,3 puntos menos que la tasa registrada en 2007. El Gobierno español, algo más optimista, sigue descartando la posibilidad de recesión y espera un aumento del PIB del 1,6%.

Aunque la previsión de crecimiento de España fue la que recibió el mayor recorte, las otras grandes economías europeas no se salvan de la revisión y, como consecuencia, el incremento del PIB del conjunto de la eurozona se quedará en el 1,3% (cuatro décimas menos que el anterior cálculo) y el de la UE en el 1,4% (seis décimas menos).

La inflación repuntará en los países de la moneda única hasta el 3,6%, lejos del objetivo del 2% que marca el Banco Central Europeo (BCE), y al 3,8% en los Veintisiete.

Respecto a España, la Comisión explica su "brusca desaceleración" por la contracción del sector de la vivienda, a la que se ha sumado la intensidad de la crisis financiera y una inflación más elevada de lo esperado (también ha revisado al alza la previsión de aumento de los precios, hasta el 4,5%).

Bruselas culpa casi en exclusiva al consumo privado de la ralentización de la actividad y señala que el elevado déficit por cuenta corriente, que supera el 10% del PIB, y la gran dependencia del petróleo, complican aún más la situación en España.

El dibujo se completa con una alusión al "estancamiento" del empleo, por el parón de la construcción, y al menor aumento de la renta disponible de las familias, como consecuencia de las presiones inflacionistas.

En el lado positivo, la Comisión vaticina que la aportación del sector exterior al crecimiento será positiva en 2008, gracias a la favorable evolución de las exportaciones.

En la presentación de las previsiones, el responsable europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, hizo hincapié en que la discusión sobre si entrará o no en recesión "no es el debate que España necesita". A su juicio, para superar las dificultades actuales, las autoridades españolas, como las del resto de la UE, deben apostar por seguir con las reformas estructurales y mantener la disciplina fiscal, además de combatir la inflación. Porque "cuanta más inflación, más riesgo de que la economía caiga en recesión", advirtió.

En el caso concreto de la vivienda, uno de los sectores más perjudicados por la desaceleración, confió en que las medidas de incentivo a la inversión privada e impulso al alquiler anunciadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, contribuyan a reactivar el sector. Recordó, por último, que los países que "hicieron sus deberes" en materia presupuestaria en la parte alta del ciclo cuentan ahora con margen para aumentar el gasto.

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