Economía

El hijo de Díaz Ferrán niega haber vaciado Marsans para ayudar a su padre

  • Gerardo Díaz Santamaría está imputado por un delito de alzamiento de bienes.

Gerardo Díaz Santamaría, hijo del ex presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, ha negado en la Audiencia Nacional haber colaborado con el empresario valenciano Ángel de Cabo en el vaciamiento del Grupo Marsans con el objeto de esconder los bienes de su padre frente a sus acreedores. Así lo han informado fuentes jurídicas al término del interrogatorio a Díaz Santamaría por parte del juez Eloy Velasco, quien le ha mantenido imputado por un delito de alzamiento de bienes aunque no ha adoptado ninguna medida cautelar porque las acusaciones no las han solicitado.

El magistrado le citó a declarar como imputado a raíz de la denuncia de las empresas turísticas Meliá y Orizonia, a la que se sumó AC Hoteles y Pullmantur, en la que le acusaban de colaborar con la "organización criminal" de Ángel de Cabo en el vaciamiento de la mercantil Trapsa, una de las compañías más importantes de las que gestionaba Marsans. Para ello desarrollaron una serie de operaciones ficticias ideadas por el equipo jurídico de De Cabo de compraventa o "cesiones ficticias" de concesiones de transportes a terceras compañías del grupo del dueño de Nueva Rumasa o de explotaciones de centros de ocio o deportivos. Sin embargo, Santamaría ha asegurado al juez que esas operaciones de disposición de activos no tuvieron nunca ese objetivo y, refiriéndose en concreto a las primeras, ha asegurado que lo hizo a petición de su padre y sin saber nunca que acabaría en manos de De Cabo.

En su denuncia, las empresas turísticas sostienen que una de las "máximas prioridades" del empresario valenciano fue evitar que los acreedores de Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual pudieran cobrar sus créditos con cargo a Trapsa, cuya actividad se repartía entre la explotación de concesiones de líneas de autobús y la explotación de concesiones para el desarrollo de actividades de ocio y deportivas. Para ello, se apoyó "una vez más en su grupo de testaferros y, muy especialmente", en el hijo del ex presidente de la CEOE, que ocupaba desde 2006 el cargo de gerente y apoderado de Trapsa, además de ostentar participación en la empresa Inversiones Grudisan, SL (patrimonial de la familia Díaz Ferrán), que ocupó durante varios años el cargo de consejero delegado de la compañía.

Con De Cabo al frente de Posibilitum y sus testaferros al de Autopullman, durante 2010 y gran parte de 2011 los imputados vaciaron "fácilmente" Trapsa, trasladando todo su negocio hacia la segunda y sus filiales, "creadas ad hoc" para dirigir parte de los negocios de la anterior. Dada su experiencia en el sector de las concesiones administrativas, prosigue el escrito, Díaz Santamaría se encargaba personalmente de acudir a las Administraciones Públicas competentes para recabar las pertinentes autorizaciones para las numerosas cesiones de esas concesiones.

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