Llegó la resaca para Sevilla, o al menos eso es lo que se intuye por los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social de junio de 2022. Tras registrar un nivel de afiliación récord en mayo y el menor número de parados desde 2009, la provincia sufre un aumento de desempleados de 3.000 personas -cifra redonda- y una caída del empleo de 4.410 un mes después.

Eso deja el número de cotizantes en 779.215 -la segunda mejor cifra histórica en cualquier caso después de la de mayo de 2022- y los parados en 182.398, el mejor dato estadístico en un mes de junio desde 2009 y ligeramente por encima de los que había septiembre de 2019 (182.327).

Pese a que los datos están en cifras prepandemia, e incluso por encima, la evolución en junio es peor que la nacional y, en términos porcentuales, también que la andaluza. De hecho, la provincia es una de las seis únicas de España donde sube el paro y la segunda en el ránking, solo superada por Huelva. También es una de las siete donde baja la afiliación y en este caso es la tercera con peores datos, tras Huelva y Almería, aunque hay que tener en cuenta que estas dos últimas provincias el factor agrario en este descenso es mucho más importante que en Sevilla.

La consecuencia de este mal mes es que la evolución interanual -que refleja la tendencia laboral a más largo plazo- empeora. Así, Sevilla tiene 28.263 desempleados menos que en junio de 2021, la mejor cifra en este mes de la historia pero peor que el descenso de 42.469 registrado en mayo. Igualmente, cuenta con 27.492 afiliados más que hace un año, cifra inferior a los 37.217 de junio de 2021 y también a los 33.633 de mayo de 2022. Los datos siguen siendo buenos, en cualquier caso, y habrá que esperar a los próximos meses para ver si este atisbo de tendencia negativa se consolida. Recordemos que la temporada alta en Sevilla es la primavera y que el tirón turístico es muy inferior en verano, y eso se refleja en el bajón que experimenta la hostelería.

Por sectores, se da la circunstancia de que en. muchos se eleva el empleo (en términos de afiliación) pero no en un número importante. Es lo que ocurre, por ejemplo, con industria (+358), construcción (+793), comercio (+319), actividades profesionales, científicas y técnicas (+417) o sanidad y servicios sociales (+781). Hay tres actividades, sin embargo, que dan la vuelta de forma drástica al tono general. Son la agricultura, con 1.834 cotizantes menos; la hostelería, que resta 2.022; y la educación, con 2.971 menos. Entre los tres -con el añadido menor de actividades artísticas y administración pública- dan un tajo al empleo de casi 7.000 personas. 

Esta situación tiene su reflejo en el paro. Es en agricultura (+1.433) y servicios (+1.548) donde sube de forma significativa, mientras que baja en industria (-201) y construcción (-230). El colectivo sin empleo anterior se eleva en 450 personas.

Por sexos, sufren más las mujeres, y con diferencia. Sevilla pierde 3.485 afiliadas a la Seguridad Social y 925 afiliados hombres; y entre ellos el paro sube en 343 personas mientras que entre las mujeres se incrementa en 2.657.