El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reconocido hoy que hay algunas cajas de ahorros "en problemas" a las que el Ejecutivo apoyará financieramente e "invitará" a participar en fusiones. "Vamos a hacer un esfuerzo de apoyarlas financieramente, de respaldarlas, y también de invitarlas a hacer reestructuraciones, fusiones, para que el sector tenga el tamaño que después de la crisis va a necesitar", ha señalado Zapatero en una entrevista en TVE.

Aunque ha destacado que "la mayoría" de las cajas está "respondiendo bien", ha reconocido que hay algunas con problemas a las que el Gobierno va a dar un apoyo financiero para que "puedan transitar por estos dos o tres años que tenemos por delante difíciles". Sobre los bancos, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que "los grandes y los medianos" están aguantando "muy bien".

En cualquier caso, Zapatero ha querido enviar un mensaje "de seguridad" y ha destacado que "afortunadamente" el sistema financiero español está aguantando "muy bien" la crisis. En cuanto al Fondo de rescate del sistema financiero que prepara el Gobierno, ha reiterado que el Ejecutivo quiere llegar a acuerdos con el resto de fuerzas políticas "antes de enviar el decreto ley al Parlamento y aprobarlo". Así, se ha enviado una propuesta al PP, a la que el líder popular, Mariano Rajoy, ya ha remitido su contestación, mientras el Ministerio de Economía negocia con otros grupos parlamentarios.

En la entrevista, Rodríguez Zapatero ha hablado también del paro y ha señalado que tras el dato "alentador" de mayo, mes en el que el desempleo bajo en 24.741 personas, éste volverá a bajar en junio. Preguntado si compartía el optimismo del ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, quien ha afirmado que esta caída del paro supone un cambio de tendencia en la economía, Zapatero ha respondido que el ministro es un "gran economista".

El jefe del Ejecutivo se ha referido también al comportamiento de los sindicatos frente a la crisis, que ha calificado de "ejemplar", al tiempo que ha reiterado sus criticas a los empresarios por pretender abaratar el despido, ya que eso "no lleva a mejorar el cambio del modelo productivo ni a mejorar el empleo". En 2007 la tasa de paro fue del 7,9%, "la más baja de la historia", cuando España tenía la misma legislación laboral que ahora, por tanto, ha dicho, "no echemos la culpa a la legislación laboral y menos a los sindicatos que están teniendo un comportamiento ejemplar", sino a un modelo económico que es poco productivo e innovador, que crea poco empleo y que tiene que ver con el sector inmobiliario.

Ha destacado el "gran temor" que ha provocado la crisis en empresas y familias, que ha llevado a un frenazo del consumo y a un aumento del ahorro, y se ha mostrado partidario de acometer reformas entendidas como "adaptación en las empresas" a la circunstancia económica y "ser flexible en la negociación colectiva". Como ejemplo ha citado al sector del automóvil, donde las factorías españolas están reconocidas en el mundo por ser las más competitivas y han permitido "garantizar" el futuro, porque tienen flexibilidad interna en cuanto a horarios, organización adaptada a la producción o salarios y los sindicatos han colaborado "extraordinariamente". Ante la "parálisis" del crédito y de la inversión privada, el presidente del Gobierno ha considerado "imprescindible" tener una alta tasa de déficit público en 2009 y 2010 para garantizar las inversiones, aunque espera volver en 2012 al nivel del 3% que marca el Pacto de Estabilidad de la UE.