La Junta de Andalucía aprobó el pasado septiembre una nueva reforma fiscal que afecta a la deflación y a los tramos autonómicos del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), el impuesto sobre el Patrimonio o el canon del agua, que ha desaparecido, entre otros aspectos fiscales. Entonces, el Gobierno de Juanma Moreno afirmó que esta reforma permitiría a los contribuyentes ahorrarse 360 millones de euros.

En los últimos meses, el debate se ha centrado en las modificaciones en el impuesto sobre la renta, pues es el que afecta a más personas y el que repercute de una manera más directa en el presupuesto autonómico. De hecho, tanto los cambios en la escala de las tarifas salariales como la deflación del IRPF al 4,4% en los tres primeros tramos de renta y de los mínimos personales y familiares al 4,3% se deben aplicar en la actual campaña de la declaración de la renta 2022, que estará activa hasta el 30 de junio. 

En un escenario de elevada inflación, muchos hogares cuentan con los mismos ingresos para poder pagar la comida, energía y productos, es decir, han perdido poder adquisitivo. Además, tienen que pagar el mismo porcentaje del IRPF y, en el caso de que el sueldo o la pensión suban, pueden incluso cambiar a un tramo superior y tener que pagar más impuestos mientras siguen viendo que su dinero vale cada vez menos.

Esto puede corregirse, según apuntan algunos expertos, si se cambian los tramos que hacen que los hogares pasen de un tipo a otro cuando sube su nivel de renta. Esto es lo que se conoce como deflactar el IRPF, un mecanismo que busca evitar que el aumento en el pago de este impuesto se coma el incremento real de ingresos. Esta medida, por tanto, pretende ajustar el pago de este gravamen a los niveles de inflación.

Andalucía ha aplicado este mecanismo en sus planes fiscales y ha aprobado que las tarifas se deflacten los tres primeros tramos al 4,4% y que los mínimos personales y familiares se deflacten al 4,3%. La abogada y asesora fiscal sevillana Laura Montes, de Lic Itálica, apunta que "este ajuste que hace la Junta es sólo parcial, ya que actualmente la inflación está al 8%". 

Por otro lado, en la siguiente tabla se puede consultar los cambios realizados recientemente en los tramos del IRPF en Andalucía.

La pregunta es cómo han afectado realmente las rebajas de impuestos en Andalucía al bolsillo del contribuyente. Según un informe de Verifica RTVE, con datos de la Junta de Andalucía y otras entidades económicas, los contribuyentes cuya base liquidable está por debajo de los 30.000 euros han visto reducidos sus impuestos en 2022 entre 62,25 y 92,25 euros en total. Esto equivale a una cifra entre 5,19 y 7,69 euros al mes respecto a lo que hubieran pagado de mantenerse las tablas de 2018. La reducción se incrementa a medida que la renta crece.

"La rebaja en los tipos marginales (los que sobrepasan el límite del tramo) por encima de 120.000 euros hace que un contribuyente que declare 300.000 euros de base liquidable haya visto reducidos sus impuestos. Han disminuido en 6.344,25 euros entre 2018 y 2022 respecto a lo que habría pagado si se hubiera mantenido la escala vigente en 2018, antes de la entrada del actual Gobierno, en enero de 2019", cita el escrito de VerificaRTVE.

"En mi opinión, habría que fijar la atención en aquellas rentas bajas que están obligadas, por diferentes motivos, a presentar la declaración de la renta y que, además, le sale a pagar. Creo que es injusto que, por ejemplo, una chica joven sin hijos con dos trabajos, una renta de poco más 17.000 euros en total y una vivienda le salga la declaración a pagar más de mil euros. Éste es un caso real", explica la asesora fiscal Laura Montes. "Pagar, de golpe, mil euros para una renta de 17.000 euros resulta asfixiante, pero para una renta de 120.000 euros, no". 

Así cambia el IRPF por comunidad autónoma

El IRPF es un impuesto estatal, pero las comunidades autónomas pueden realizar algunas modificaciones, tal como ha realizado Andalucía con los tramos salariales. Esto provoca que, en función del lugar de España donde reside una persona, la diferencia en impuestos puede ser de hasta un 284%. 

Por ejemplo, un trabajador soltero y sin hijos que gane 16.000 euros al año pagará este 2023 por el tramo autonómico del IRPF 314 euros si reside en la Comunidad Valenciana y 1.207, un 284 % más, si vive en el País Vasco, lo que supone una diferencia de 893 euros, según un estudio del Consejo General de Economistas de España.

El panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2023 señala que la diferencia relativa es mucho menor, pero también importante, para un asalariado con ingresos anuales de 20.000 euros, que pagará 1.910 si tiene su domicilio en Madrid y 2.301, 391 euros y un 20,47 % más, si está afincado en Navarra.

Para unos ingresos por rentas del trabajo de 30.000 euros, en los tres territorios vascos se abonarán 4.610 euros y en Cataluña 5.041, un 9,35 % más. La diferencia vuelve a aumentar si el sueldo es de 45.000 euros: entre los 8.857 euros de País Vasco y los 9.805, un 10,70% más, de Extremadura.

En las franjas salariales más altas, mucho más minoritarias, las diferencias siguen creciendo. Así, con unos ingresos anuales de 70.000 euros, la mayor diferencia es entre los 17.989 euros de País Vasco y los 19.816, un 10,16 % más, de Navarra; mientras que a partir de esa cantidad los extremos los marcan Madrid en la parte baja y la Comunidad Valenciana en la alta, donde por ejemplo un contribuyente con una renta del trabajo de 600.000 euros tributará casi la mitad de esa cantidad, un 18,30% más que un madrileño.