Economía

"No se paga tanto dinero para adquirir una compañía y después destruirla"

Tranquilidad. Puede que fuera la palabra que más pronuncia Gregorio Jiménez en las declaraciones a este periódico. La venta del negocio lácteo del grupo Ebro Puleva a Lactalis no tiene por qué ser una mala noticia. De hecho, él entiende que no lo es en absoluto y que, al contrario, puede servir para mejorar. "En estos últimos años, Puleva ha sido un proyecto muy atractivo que ha realizado una gran inversión en el campo de la investigación y ha logrado unos resultados empresariales y económicos muy importantes, razones por las que hemos llamado la atención de grandes grupos internacionales", explica el director general, que destaca que Lactalis, considerado uno de los grupos más importantes del sector a nivel mundial y el segundo de Europa, con 9.500 millones de euros de facturación, está comprando "un producto exitoso y que le puede aportar mucho valor, por su experiencia dentro del sector".

Gregorio Jiménez hace hincapié en que cuando se produce una operación de estas características puede ser porque a la empresa que resulta vendida le van muy mal las cosas o por todo lo contrario, porque sea muy apetecible. Y este es el caso "No se paga tanto dinero, 630 millones, en adquirir una compañía para después destruirla", dice

Es más: Puleva podría salir reforzada tras la operación. Según Jiménez, es más que posible que Lactalis haya visto en esta operación una forma de ampliar su área de negocio y no sólo se conforme con mantener su actividad en la planta de Granada, sino que se plantee incluso reforzarla. "Todo lo que podemos hacer es mejorar".

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