Los trabajadores de Astilleros de Huelva vuelven a la calle. Después de las movilizaciones realizadas para evitar el cierre de la factoría y reclamar la firma de la denominada hoja de ruta propuesta por la Junta de Andalucía a la empresa, los empleados de la factoría naval retomaron las movilizaciones para reclamar a la Administración que cumpla los compromisos adquiridos con los sindicatos. Promesas que pasan por retomar la construcción de los barcos paralizados, lograr liquidez para el abono de las nóminas pendientes a los trabajadores y, sobre todo, la constitución de una mesa de seguimiento del proceso de reactivación industrial en la que los sindicatos reciban cumplida cuenta de los trabajos que se están ejecutando, aunque ellos no fueran firmantes de la hoja de ruta.

Así lo explicó ayer el secretario general de la federación de Metal, Construcción y Afines de UGT en Huelva, Sebastián Donaire. La Junta pidió el apoyo sindical para que los propietarios de Astilleros cediesen el poder político a un administrador único determinado por Innovación y las centrales se lo dieron. Sin embargo, una vez pasadas varias semanas desde el nombramiento de José Luis Álvarez como apoderado primero y administrador después de la naval, los sindicatos aún no tienen conocimiento de los planes previstos para la reindustrialización en el caso de Huelva y para la llegada de nuevos inversores en el caso de Sevilla y consideran, en palabras del secretario general de UGT, Jorge Puente, que es la Junta "la que tiene que estar tutelando al menos el inicio de la gestión de este administrador".

En la actualidad, sólo algunos empleados de Astilleros de Huelva trabajan en la finalización del buque 827, sobre el que pesa un embargo judicial. Otros dos barcos, el 845 y 846, permanecen paralizados desde que el año pasado surgieron problemas con su financiación y su reactivación permitiría tener carga de trabajo para dos años, según los sindicatos.

Además, recordaba ayer el presidente del comité de empresa, Isidro García, los trabajadores no han cobrado los meses de febrero y marzo, ni las nóminas ni el complemento en el caso de los que están incluidos en el expediente de regulación de empleo. Y la factoría de Huelva se encuentra inmersa en un concurso de acreedores. En el caso de Sevilla, los 250 empleados de Astilleros también salieron ayer a la calle para rechazar el expediente de regulación temporal de empleo propuesto por la empresa.

Ante estas protestas, el PSOE lanzó ayer un mensaje de "tranquilidad" a los obreros, ya que la administración "está trabajando". En declaraciones recogidas por Europa Press, el secretario general del PSOE de Huelva, Mario Jiménez, señaló que la responsabilidad en la gestión de la empresa es del administrador, a la par que aseguró que "se está haciendo un esfuerzo grande por parte de la administración de cara a buscar soluciones" para que los trabajadores "puedan cobrar y plantear con garantías el futuro, aprovechando la carga de trabajo que puede estar encima de la mesa". La Junta se comprometió con los empleados de Sevilla a agilizar el pago de los salarios pendientes.