Economía

Las empresas aeronáuticas andaluzas no temen a los aranceles de Trump

El presidente del clúster, Antonio Gómez-Guillamón, y su director gerente, Juan Román.

El presidente del clúster, Antonio Gómez-Guillamón, y su director gerente, Juan Román. / José Ángel García

El clúster que agrupa a las principales empresas aeronáuticas andaluzas no ha parado en su primer año de actividad. Andalucía Aerospace ya suma 60 socios entre empresas propiamente del sector y otras que proporcionan servicios especializados, como Garrigues, Adecco o Mapfre.

Así, en los últimos meses se han incorporado a la asociación nuevas empresas como MLabs, Latesys, Perez Cardoso, Cubicoff, Solarmems, Atexis, TRC Composites, AeroSM, SGS, Expleo. Además del centro de investigación FADA Catec.

El clúster ha logrado de este modo la consecución de sus principales objetivos: tener suficiente peso para mostrar las capacidades de la industria andaluza en cualquier tipo de foro, ayudar a su internacionalización y poder hacer un frente común ante las potenciales adversidades.

Postura ante los aranceles

Uno de estos retos imprevistos son los aranceles que esta misma semana activará la administración estadounidense de Donald Trump contra una batería de productos europeos, entre los que se encuentran los componentes aeronáuticos, después de que la OMC diera su aprobación tras considerar irregulares algunas ayudas públicas recibidas por Airbus.

Sin embargo, los responsables del clúster de empresas no tienen miedo a estos anunciados aranceles por varios motivos.

El principal es que consideran que en la industria aeronáutica todo está tan globalizado e interrelacionado, que con los aranceles perderían tanto Boeing como Airbus, al igual que sus sendas cadenas de suministro.

Así, que no ven otro final al conflicto que no sea llegar a un acuerdo. "La industria aeroespacial es global; el 40% de componentes y servicios de Airbus los compra en Estados Unidos y Boeing subcontrata mucho en Europa; por eso creo que hay mucho espacio para negociar ya que los dos consorcios aeronáuticos pueden perder mucho”, explicó el presidente del clúster, Antonio Gómez Guillamón.

China al acecho

Además, la masiva demanda de aviones en todo el mundo, que se duplica cada pocos años, hace inviable el dejar de fabricar aviones, así que los aranceles sólo conseguirían que costarán más caros y ese sobreprecio no lo asumirían las empresas. "Si acaban subiendo el precio de los aviones lo terminarán pagando todos los pasajeros", afirmó Gómez-Guillamón.

Además, el presidente del clúster cree que en el sector aeroespacial esta guerra comercial sólo sería beneficiosa para un tercer actor: China, que lleva al menos una década intentando configurar una alternativa asiática a Airbus y Boeing.

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