Economía

Las grandes empresas aplauden el resultado de la cumbre europea

  • Alierta, Galán, Brufau y Vázquez califican el acuerdo alcanzado para luchar contra la crisis de deuda como un paso "espectacular" y en la "vía correcta" · Instan a ceder soberanía en los campos económico y fiscal

Un gran paso que va en la buena dirección. Así calificaron ayer el presidente de Telefónica, César Alierta, y el de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, al conjunto de medidas anunciadas por la UE para contener la crisis de deuda soberana. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, no obstante, lamentó la "falta de liderazgo y autoridad" de los gobernantes europeos, mientras que el de Iberia, Antonio Vázquez, reclamó una UE más "abierta al Atlántico", ya que lograría "que el peso del Sur fuera mucho más contundente".

Durante su participación en un debate conjunto, en el marco del VII Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) celebrado en Bilbao, Alierta aplaudió las medidas adoptadas el pasado miércoles en Bruselas, y no dudó en calificar el acuerdo como "muy importante" para la presencia de Europa en el ámbito mundial. Defendió que "no se puede ser local sin ser global, ni ser global sin ser local", por lo que consideró que "el paso dado por Europa fue espectacular y en la vía correcta".

Además, defendió que se debe transmitir a los ciudadanos europeos la idea de que "lo suyo irá mejor si se pierde soberanía". "De lo suyo, cuanto más Europa y más coordinación, mejor. Y eso, no nos lo están transmitiendo", se quejó.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, coincidió con Alierta al señalar que Europa ha dado "un gran paso". En su opinión, una moneda única requiere de "una cesión de soberanía en ciertos campos para hacer que esa moneda represente la realidad de los países". Y apuntó a los terrenos económico y fiscal como aquéllos en los que se deberá incidir. "Creo que la dirección que se ha tomado es la buena", dijo, aunque pronosticó que el proceso de unidad de los Estados miembros "llevará un tiempo". Y recomendó a los dirigentes pensar menos en las elecciones y más en esa visión de largo plazo.

Por su parte, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, lamentó que, pese a las decisiones adoptadas hace tres días, Europa carezca de un claro "liderazgo y autoridad". "Necesitamos más y mejor Europa, un espacio que genere valor y riqueza, pero creo que con los gobernantes actuales tenemos una gran carencia de autoridad", sentenció. En este sentido, el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, indicó que el "eje franco-alemán, que es el que ha estado dirigiéndolo todo", tiene "ciertas limitaciones para mover todo este entramado". Según Vázquez, a España "le interesa una Europa un poco más abierta hacia el Atlántico". "No le vendría nada mal porque el peso del Sur sería mucho más contundente con una Europa más abierta", concluyó.

El Príncipe de Asturias fue el encargado de clausurar el encuentro de directivos. "Sin crecimiento, sin empresas que tengan éxito y tiren del empleo, poco podemos hacer", indicó Felipe de Borbón, que calificó la cita como "un estimulante foro de ideas y propuestas". Según expuso, la globalización "amplía la libertad de elección de los emprendedores" y "abre nuevas puertas" al tejido empresarial español, lo que supone además, un "enorme aumento de las oportunidades", que favorece las implantaciones de las firmas en el nuevo entorno internacional. Sin embargo, añadió, ello aumenta "los desafíos que el directivo afronta", por lo que alabó a aquéllos que "huyen del fatalismo".

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