El 29 de julio de 2009, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), lanzó el primer satélite 100% español: el Nanosat 1B. Se trata de un nanosatélite (22 kilos, 50 centímetros) que está formado por 14 caras, 13 de las cuales se recubrieron de paneles solares (todas excepto la inferior), y cuenta con unos sensores solares, en cuyo desarrollo participó la Universidad de Sevilla, que permitía orientar el satélite. La presencia de la Escuela de Ingenieros de Sevilla en este proyecto es el germen del que nació Solar Mems, spin-off (empresa surgida de un proyecto desarrollado en la universidad) fundada por el catedrático del departamento de ingeniería electrónica de la Universidad de Sevilla José Manuel Quero Reboul, Juan García Ortega y Cristina López Tarrida.

"Necesitábamos algo más para subsistir que los sensores de satélites", afirma Quero, por lo que decidieron ampliar el negocio. Para ello se aprovecharon de un curioso detalle: Andalucía tiene entre 2.600 y 2.800 horas de sol al año, con un gran potencial de aprovechamiento. Y decidieron hacerlo. Así, han desarrollado un sistema de iluminación solar (SIR) que consiste en unos espejos orientables a los que han llamado heliostatos. ¿Cómo funcionan? Exactamente igual que los girasoles: esta curiosa planta, nativa de América y exportada a Europa por los españoles en el siglo XVI, gira a lo largo del día mirando siempre hacia el sol, para aprovechar todas sus radiaciones. Los heliostatos, a través de un sistema de control, y gracias a un sensor solar, giran, de tal forma que siempre reflejan la luz solar al punto deseado, que puede tratarse de un patio o una fachada, "con una precisión hasta ahora inalcanzada". Aún no han cuantificado el ahorro económico de la tecnología al tratarse de nueva creación, pero la luz que refleja este sistema equivale a 1,5 kilovatios (kw) aproximadamente, "dado el alto rendimiento de la reflexión de los espejos y la ausencia de conversión de energía, como ocurre con las placas solares comunes".

Los beneficios de este sistema de iluminación innovador, fruto de la I+D+i, a la que la firma dedicó en 2010 más del 80% de su presupuesto, no se limitan a la economía (el coste de un SIR es de 2.100 euros). También mejoran la calidad de vida y de trabajo: "Existen numerosos estudios que reflejan las grandes ventajas y los efectos positivos de la luz solar sobre las personas: aumenta el ánimo, la productividad, ofrece sensación de felicidad, dota al ser humano de energía vital, etcétera", subraya Quero.

Actualmente, existen dos instalaciones SIR en Sevilla, una en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros (ETSI) y otra en un edificio de viviendas situado en la calle Pagés del Corro. La instalación de la ETSI les ha permitido depurar el sistema de iluminación y comprobar las posibilidades que ofrece: "Somos capaces de enviar la luz del sol a un despacho que se encuentra a más de 80 metros de donde está situado el heliostato", destaca Quero. Por su parte, el sistema de iluminación en Triana posibilita estudiar la viabilidad del sistema instalado sobre la azotea de un edificio, "muy efectivo para iluminar un patio o una habitación que da al mismo".

Para desarrollar su labor, Solar Mems cuenta con un acuerdo de cooperación con la ETSI que le permite hacer uso de sus instalaciones. Además, cinco personas del departamento de Ingeniería Electrónica colaboran con la empresa para el desarrollo de diversos proyectos de investigación. Concretamente se encuentran inmersos, junto con la Universidad de Sevilla, en un proyecto de I+D+i, "muy interesante": Sensosol, que consiste en el desarrollo de una nueva generación de sensores solares para el control de la "actitud" de un satélite.

Además, forma parte de su plan de futuro la internacionalización, con la participación de la Agencia andaluza de promoción exterior (Extenda) y la búsqueda de socios que les ayuden en la venta y distribución de sus productos. Y destacan su colaboración con el Centro de tecnologías, energías y construcción para el hábitat (Habitec) de Málaga, con el que realizarán un estudio de eficiencia energética para la valoración del impacto de su sistema de iluminación solar. El objetivo es hacer edificios eficientes energéticamente, de ahí su colaboración, además de con Habitec, con estudios de arquitectura "para que nos tengan en cuenta".

Entre las futuras aplicaciones del sistema de iluminación, Quero destaca su combinación con otros sistemas, tales como generación de aguas sanitarias, de energía fotovoltaica, etcétera, "con lo que se conseguiría un aumento en su rendimiento y eficiencia".