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El consumo de aceite de oliva en España descendió el año pasado un 20%. No es para menos: este manjar –con el 80% de la producción nacional en Andalucía– hizo honor a su seudónimo. Un oro líquido que duplicó su precio en los supermercados debido, principalmente, al desequilibrio entre la demanda –siempre alta en España– y la oferta –"sorprendentemente" baja por la escasez de lluvia de los últimos años–.
Y esa última variable es una de las principales razones por las que las grandes cadenas de supermercados han bajado ahora los precios del aceite de oliva por debajo de los siete euros el litro. La pluviometría este año ha mejorado y "esta cosecha será mejor que las dos últimas y lo normal es que vayamos tendiendo a la normalidad", explica a este periódico Rafael Sánchez de Puerta, director general de Dcoop.
Desde el gigante agroalimentario cifran que todavía será menor que la media de la última década, pero que rondará las 1.300 toneladas de aceite de oliva en España frente a los dos años anteriores en los que ni se superó el millar. Así, conforme se van cumpliendo las previsiones optimistas de la próxima cosecha, las cadenas de distribución ajustan sus cuentas y reducen los precios de uno de los productos clave en la crisis inflacionista.
En este sentido, la variedad intensa y suave de marca blanca está ya por debajo de los siete euros el litro en hasta cuatro cadenas en Málaga. Un descenso para algunos precipitado –"puede provocar que aumente la demanda y de nuevos los precios" hasta que haya más aceite disponible de nueva cosecha–, pero que para otros ha supuesto un pequeño alivio tras subidas consecutivas.
"Hasta noviembre no deberíamos hablar de un nuevo escenario de precios ya con los aceites disponibles de la nueva campaña", comenta Sánchez de Puerta. Hasta entonces, coincide con otros expertos consultados, el mercado estará tensionado ante el posible aumento de la demanda. Un hecho que podría poner a prueba el poco stock disponible e inaugurar un episodio de "dientes de sierra". De hecho, este mismo martes los precios ya han protagonizado vaivenes en algunas de las grandes superficies con subidas que han rondado el 40% en algunos aceites de oliva
Así ,los expertos avisan de que los precios protagonicen una montaña rusa hasta la –casi con total probabilidad– estabilización de los precios una vez que esté en comercialización el nuevo aceite, que llegará a los lineales pasada la Navidad. La cantidad de producto final y el ritmo de recuperación de la demanda marcará la evolución de su precio a partir de entonces.
Es cierto que la causa principal del incremento del precio del aceite de oliva está en su escasez, pero sus costes de producción también se han visto afectados por la inflación. Según el Ministerio de Agricultura y Alimentación, el coste en origen aumentó al cierre del año pasado en un 152,6% interanual, es decir, más del doble.
Una variable más que los agricultores han tenido que sumar a sus malabares. De hecho, el aumento del precio del aceite de oliva en los supermercados no se ha traducido en una mayor rentabilidad: a medida que subía su precio, ha descendido su producción a la mitad. Y falta de producto todavía está latente en la industria.
Será la que corrija o no esta bajada de precios que ha inciado Mercadona con su aceite de oliva más barato a 6,95 euros y cuya estrategia han seguido Carrefour, Eroski y Dia. La incógnita, pues, es si aguantarán, al menos, a noviembre. "Hasta entonces nos tenemos que conformar con el aceite que hay y cada vez queda menos, es muy poco y creo que no tiene mucho sentido adelantar los acontecimientos".
En cualquiera de los casos, lo mejor que acontezca será la lluvia. Salvo imprevistos de categoría catástrofe, la próxima campaña de recolección de aceitunas se acercará a la normalidad previa a la crisis inflacionista, sí, pero la lluvia de septiembre podría incluso mejorar la estadística. "Si va a llover en otoño o no es lo que más va a condicionar la producción", sentencian desde Dcoop.
La rebaja del precio del aceite de oliva en los principales supermercados también llega unas semanas después de que la Dirección General de Consumo iniciase una investigación para comprobar si la medida de suprimir del IVA a este producto –que impulsó el Gobierno a finales de junio– se estaba llevando a cabo y, por ende, repercutiendo en el precio final.
Esta supresión del IVA en el aceite de oliva –que llega a repercutir en medio euro por litro– se prorrogará hasta el próximo 30 de septiembre. Una vez pasada esa fecha, hasta final de año el impuesto al consumo que se aplicará sobre el aceite de oliva será del 2%. Y una vez entrado el nuevo año, el oro líquido en España pasará a considerarse producto de primera necesidad y tributará para siempre al 4% como el pan, la leche o las legumbres.
No obstante, el sector agroalimentario malagueño sigue preocupado por el impuesto al plástico. "Es negativo porque es recaudatorio y no es persuasivo porque no hay alternativas para que no se utilice el plástico", comenta el director general de Dcoop, quien sostiene que el mantenimiento de esta medida "contrarresta" la bajada del IVA.
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