La marca es De la Torre. Paco de la Torre, para más señas. Por más vueltas que los analistas quieran dar a los resultados del domingo, lo único cierto es que el electorado de Málaga capital confía en quien durante los últimos 19 años ha comandado la nave municipal. Al punto de que en un porcentaje elevado de votantes, principalmente de ideología conservadora, asumió como lógico cambiar de papeleta con un mes de diferencia.

Muchos de los que el 28 de abril, en el marco de los comicios generales, depositaron su confianza en Ciudadanos o en Vox optaron en las municipales por introducir en el sobre la marca De la Torre. Lo hicieron en tal número que permitieron al candidato del PP a la reelección mejorar de manera significativa los dígitos de mayo de 2015 (los peores resultados de los populares desde las municipales de 1991), con alrededor de 10.300 apoyos más y un edil agregado.

Este incremento, no obstante, es exponencial cuando el punto de comparación es la fecha del 28-A. Hace un mes justamente, sólo 17 de cada cien votantes decidió apostar por el PP, lo que se tradujo en 52.863 papeletas. Es decir, que en un intervalo mínimo de tiempo, la misma formación a la que el electorado dio la espalda con la vista puesta en el Congreso de los Diputados eleva su porcentaje de apoyos en más de 22 puntos.

En la misma medida que la transferencia de sufragios en el bloque de centro-derecha perjudicó de manera severa al partido presidido por Elías Bendodo en las generales pasadas (algo semejante ocurrió en las andaluzas), situándola como la tercera formación de la capital, el proceso inverso consolidó a De la Torre como el vencedor indiscutible. Un resultado que, salvo sorpresa mayúscula, sienta las bases del que será su sexto mandato consecutivo al frente de la Casona del Parque.

Profundizando en el escrutinio y en lo ocurrido con los tres adversarios del centro-derecha, los distritos que censuraron al PP le devuelven su confianza en las municipales. Cs, de una cita a otra, pierde un 13% de los respaldos, lo que se traduce en 44.000 votos menos; Vox, por su parte, se deja nueve puntos (31.000 votos menos).

El PP apenas tuvo el respaldo del 30% del electorado del distrito Este en las generales; en las municipales logra 31 puntos más

Pero dónde se percibe especialmente ese trasvase. El distrito Este es fiel reflejo de lo ocurrido. En esta zona el PP apenas recibió el respaldo del 30% de los electores en las generales, 31 puntos menos que ahora; en Cs se da el fenómeno inverso. Un 22,67% de los vecinos que acudieron a las urnas el 28-A depositó la papeleta naranja, frente a apenas el 6,62% que lo hizo en las municipales.

Algo semejante ocurre con Vox, que recibió el aval del 16% de los votantes de la parte oriental de la capital hace un mes, parámetro que descendió hasta el 3,52% el domingo. Y todo ello, claro, en beneficio de De la Torre, que se hizo con esos avales. Un fenómeno que puede ser extrapolable al resto de grandes distritos de la capital en los que, frente a las generales, el PP crece aprovechando el retroceso significativo de Ciudadanos y Vox, caso de Carretera de Cádiz, Málaga Oeste y Málaga Norte.

La determinación adoptada por los malagueños que acudieron a las urnas dieron a De la Torre y su candidatura tres puntos porcentuales más de los que tuvo en 2015, lo que contrarrestó el evidente ascenso del PSOE de la mano de su candidato, Daniel Pérez, pero, sobre todo, del efecto positivo dejado por la victoria de Pedro Sánchez en las generales.

Los votos socialistas en la ciudad (77.476) representaron el 32,5%, 2,5 puntos más que en las generales, si bien esta variación se tradujo en 15.500 apoyos menos. Una parámetro que se explica atendiendo a los datos de participación en la capital. Si el pasado 28 de abril el nivel alcanzó el 72,63%, con 312.817 votantes, en la cita del domingo los números cayeron a una participación del 55,46% (239.828 votantes).