Elecciones municipales

Distrito Este de Málaga: Un paraíso con contrastes

  • Conviven chalés de gran lujo con viviendas sociales

  • Piden reformar el paseo marítimo o más aparcamientos

La playa y viviendas de todo tipo, la imagen del distrito Este en Málaga

La playa y viviendas de todo tipo, la imagen del distrito Este en Málaga / Javier Albiñana (Málaga)

El distrito Este es el más extenso de la capital en superficie, pero no es de los más poblados ya que ronda los 60.000 habitantes. Es un territorio de amplios contrastes, en el que viven posiblemente las personas más adineradas de la ciudad en chalés y urbanizaciones de gran lujo y personas con escasos recursos en varias calles que no han sido renovadas en décadas. Conjuga la playa y el paseo marítimo de Pedregalejo y El Palo, con el monte de San Antón y la autovía.

Reivindicaciones, como pueden imaginar, hay muchas. Una de las asociaciones de vecinos de mayor tamaño es la de El Palo y han presentado nueve folios a los distintos partidos políticos con propuestas de cara a la campaña electoral. “Nuestras reivindicaciones más importantes son la reforma del paseo marítimo, la ampliación del centro de salud de El Palo y la piscina municipal detrás del cementerio”, expone Mercedes Pirez, presidenta de la asociación de vecinos de El Palo. Pirez señala además que mejorar la movilidad y la accesibilidad “son materias que nos debe el Ayuntamiento desde hace muchos años”.

Dos señoras pasan junto a un grafitti en Pedregalejo Dos señoras pasan junto a un grafitti en Pedregalejo

Dos señoras pasan junto a un grafitti en Pedregalejo / Javier Albiñana (Málaga)

El Palo no atraviesa por su mejor momento. Los vecinos aseguran que “se ha generado una situación de pobreza sin precedentes” por la pasada crisis y que hay muchas familias en exclusión social. También critican que, desde el punto de vista urbanístico, hay un auténtico colapso. Las quejas no acaban ahí. “El barrio carece de una infraestructura adecuada: calles estrechas en malas condiciones y mal organizadas para el tráfico y peatones, un casco histórico degradado, falta de aparcamientos, carencia de zonas verdes (especialmente en el núcleo más densamente construido), ocupación de los espacios públicos en manos privadas (debido al cerramiento de algunas urbanizaciones). Y si hablamos de saneamiento El Palo huele mal en diversas zonas, en especial en las proximidades al emisario. Y, en días de lluvia, sale el agua por el alcantarillado uniéndose con las aguas fecales e inundando de malos olores muchos lugares. Estas estaciones de bombeo o emisarios, sobre todo en el verano, provocan un olor insoportable”, critican desde la Asociación de Vecinos de El Palo, que consideran que la depuradora de El Peñón del Cuervo “se ha quedado pequeña”.

En este paraíso de los contrastes da gusto pasear por Pedregalejo a primera hora de la mañana, en esa postal idílica del mar y la playa que se ve desde el paseo marítimo y que se queda grabada a fuego en la memoria de cualquier turista. En sus calles estrechas, llenas de casas matas de diversos colores, se unen ancianas octogenarias con adolescentes que van en patinete eléctrico o guiris jóvenes que se sientan en las sillas de los restaurantes como lagartos a la caza de rayos de sol acompañados de una buena cerveza.

El alemán Botho Schneider junto a su casa mata en Pedregalejo El alemán Botho Schneider junto a su casa mata en Pedregalejo

El alemán Botho Schneider junto a su casa mata en Pedregalejo / Javier Albiñana (Málaga)

Esta estampa fue la que convenció al alemán Botho Schneider de que Málaga era un sitio ideal para vivir. Tanto que junto a su esposa, holandesa, no dudó un instante a la hora de comprar una de esas casas mata de Pedregalejo en 1999. “Cuando vine me encantó esta costa y vi que había muchas casas en venta, por lo que decidimos comprar una y nos quedamos a vivir. Criamos aquí a nuestros hijos y aprendieron español”, recuerda Schneider. En 2010, sin embargo, con todo el dolor de su corazón, decidió regresar a Frankfurt. “Tenemos cuatro hijos y con la crisis económica nos tuvimos que ir porque en Alemania ganábamos más dinero”, subraya. Ahora vienen siempre que pueden de turismo. “El barrio nos gusta mucho y lo único a lo que tenemos miedo es que pongan un rascacielos o algo que rompa esta imagen”, dice Schneider, quien se congratula de que, por ahora, no se haya hecho un puerto deportivo en la zona. “Esto es un don para toda Málaga” insiste.

Unos metros más al norte, se observa el edificio de la antigua discoteca Bobby Logan cerrado a cal y canto y abandonado. Se analizó la posibilidad de que albergara una oficina del Servicio Andaluz de Empleo pero no fructificó. Recuerda una época pasada de mayor lucimiento y presencia que nunca se sabe si regresará. Justo a su lado hay otro local vacío de grandes dimensiones que también busca comprador.

Luisa Farahat, vendedora de la ONCE en El Palo Luisa Farahat, vendedora de la ONCE en El Palo

Luisa Farahat, vendedora de la ONCE en El Palo / Javier Albiñana (Málaga)

En Echeverría de El Palo la actividad es frenética. Muchas personas en los comercios y paseando por las calles, aunque también se observan a numerosos ancianos con la mirada perdida en algún banco porque no hay que olvidar que el distrito Este es uno de los más envejecidos. Una empleada de la heladería Santa Gema llamada Fátima está sacando las sillas para montar la terraza. “Yo vivo en El Palo y lo que quiero sobre todo es que se mejore la limpieza porque está asqueroso”, critica. Justo a su lado, en una esquinita a la sombra protegiéndose de un sol que empieza a calentar en exceso el cuerpo y la mente, está Luisa Farahat. Vende cupones de la ONCE desde el año 2007 y también vive en esta zona. Tiene dos demandas principales. La primera es la falta de accesibilidad. “Yo voy en silla de ruedas y es imposible pasar por muchas calles”, denuncia. La segunda tiene un carácter más particular, pero afecta a más personas. Su hijo de cinco años estudia en el colegio San Estanislao y, según afirma, cuando pase a Primaria Farahat tendrá que entrar por otra puerta para recogerle que no está habilitada para personas con discapacidad.

En ese panal de comercios que hay en el barrio está Moda Rosalía, cuya propietaria es Rosalía Amesti. Vive en Rincón de la Victoria pero trabaja en Echeverría de El Palo desde hace ocho años. “Es una zona muy buena para vivir y trabajar porque además está muy bien comunicada y está siempre animada, si bien es cierto que las ventas están cayendo respecto a otros años”, indica. Pide más aparcamientos en el barrio y “que se tenga más consideración con los autónomos porque pagamos mucho y no tenemos nada a cambio”.

Rosalía Amesti, propietaria de Modas Rosalía Rosalía Amesti, propietaria de Modas Rosalía

Rosalía Amesti, propietaria de Modas Rosalía / Javier Albiñana (Málaga)

En las últimas elecciones municipales de 2015 arrasó el PP con cerca del 60% de los votos. Es uno de los distritos en los que los partidos de derecha tienen, tradicionalmente, más calado y habrá que ver qué ocurre el 26 de mayo con la irrupción de tres partidos con esta ideología. La batalla política está servida y los candidatos tienen donde agarrarse, porque hay reclamaciones para dar y regalar en un distrito de muchos contrastes.

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