Elecciones Andalucía

De la Torre logra su victoria más amarga

  • El descalabro del PP se traduce en seis concejales y casi 40.000 votos menos Ciudadanos emerge como clave para dar estabilidad a un hipotético gobierno popular Málaga Ahora se aúpa como tercera fuerza; Gámez, incapaz de crecer como alternativa real

FRANCISCO de la Torre pierde el aura casi divina que durante los últimos 15 años le habían permitido mantener intacto el apoyo de los malagueños. Aunque volvió a ser el candidato más votado en las urnas, su victoria de ayer tuvo sabor a derrota, al punto de que se ve obligado bien a buscar alianzas con Ciudadanos o a confiar en la incapacidad de las otras cuatro formaciones que han logrado representación en la Casona del Parque a alcanzar un pacto que lo desbanque del sillón. Sólo de este modo puede formalmente aspirar a otros cuatro años más de mandato.

El candidato a la reelección por el Partido Popular logró 13 de los 31 concejales de la Casona del Parque, cifra muy alejada de los 16 que representan la mayoría absoluta, e inferior incluso a los 15 ediles que logró su antecesora en el cargo, Celia Villalobos, en 1995. La herida es mayor aún si se compara con los 19 sillones que venía ocupando en el mandato ya cerrado. Como dato llamativo, el corte deja fuera a María Victoria Romero, que acumulaba casi 17 años como edil popular. En términos absolutos, la candidatura popular se deja en el camino del orden de 40.000 votos, sufragios que no sólo van a parar a las alforjas de Ciudadanos, como ya ocurriera en las autonómicas del pasado mes de marzo, sino también de Málaga Ahora, la agrupación apoyada por Podemos.

A pesar de esta debacle el reparto del pastel ofrece a los populares una salida de emergencia a través de la cual garantizarse otros cuatro años al frente del Consistorio: Ciudadanos. Los tres representantes logrados por el partido encabezado por Juan Cassá se convierten en esenciales para que De la Torre pueda soñar con un quinto mandato consecutivo. Tras conocerse el detalle de los resultados, Cassá rechazó la idea de alcanzar parctos, si bien De la Torre, que aludió a una conversación con él, dijo que su deseo es el de garantizar la gobernabilidad.

Durante buena parte de la noche el recuento abría las puertas a un hipotético regreso de un alcalde o alcaldesa de izquierdas al sillón municipal. El conteo final, sin embargo, hizo que se desvaneciese esta posibilidad. Sólo la alianza del PSOE, Málaga Ahora, Ciudadanos e Izquierda Unida Málaga para la Gente haría factible una alternativa de gobierno al PP. Una terna que se antoja inviable ante la posición clara de IU, por ejemplo, a consensuar posiciones con Ciudadanos.

Con el sentido de su voto, la gran mayoría de los vecinos de la capital ha puesto en cuestión la labor desarrollada en los últimos cuatro años por el equipo de gobierno del PP. La opinión expresada por los electores está lejos de la dibujada por el regidor sobre la base de la nueva oferta cultural integrada por el Centro Pompidou y el Museo Ruso. De poco le ha servido su insistencia en vender una ciudad que, a su juicio, se encuentra en mejores condiciones que cuando arrancó la crisis económica. Tampoco ha tenido efecto el empeño de su equipo por desligar la figura del candidato de la del PP, en el objetivo de rebajar la merma que pudieran representar las políticas restrictivas del Gobierno central.

La irrupción de Málaga Ahora y Ciudadanos en la capital de la Costa del Sol es contundente. En la línea de lo ya ocurrido en la cita autonómica del pasado mes de marzo, que ya presuponía la pérdida popular, ambas formaciones se aúpan como protagonistas indiscutibles de la política local. La agrupación de izquierdas encabezada por Ysabel Torralbo, con el apoyo de Podemos, desbanca a IU como tercera fuerza, al obtener cuatro concejales y un 13,3% de los votos. El valor simbólico de los tres representantes logrados por Ciudadanos es aún mayor si se tiene en cuenta la opción de que sean claves en los planes del PP, cuestión a dilucidar en las semanas previas a la constitución del próximo Ayuntamiento.

Las percepciones son, por el contrario, sensiblemente menos generosas con el PSOE, que si bien ha podido mantener el peso de hace cuatro años, con 9 concejales (2.800 votos más) se ha visto incapaz de mostrarse como alternativa real ante el electorado. La sangría de De la Torre no ha traído consigo un crecimiento reseñable de su principal opositora, María Gámez. Esta circunstancia, añadida a la compleja ecuación de pactos que haría factible un gobierno ajeno al PP, genera no pocas dudas respecto al papel que pueda seguir jugando Gámez en el seno del grupo municipal socialista. Ella misma ha eludido despejar esa incógnita a lo largo de la campaña electoral.

La situación de Eduardo Zorrilla al frente de IU Málaga para la Gente es igualmente delicada, por cuanto a pesar de su papel como portavoz de la organización en los últimos años, no ha sido capaz de hacer creíble su discurso ante el electorado de izquierdas, que ha acudido directamente a Málaga Ahora. Sea como fuere, el resultado permite a la histórica formación mantener dos ediles, algo que no garantizaban todas las encuestas.

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