Entrevistas

"Saturar el tiempo es una forma de evitar pensar"

-(h)adas toma como excusa o inspiración la figura de Ada Byron. "Analista y metafísica", decía de sí misma. Esa frase, en una tarjeta, llamaría aún más la atención hoy día.

-Esa expresión la utilizaba Ada para definirse cuando hablaba con su madre, que estaba empeñada en que dejara la poesía y se centrara en los estudios científicos. Ada, sin embargo, reivindicaba combinar ambos. Ella defendía una tarea que se encontraba "entre" áreas, y que tenía que ver con la filosofía y el arte por un lado y con la ciencia y las matemáticas por otro. Una apuesta por algo que hoy podríamos llamar interdisciplinar y que apunta a que el conocimiento es algo vivo que no puede ser enconsertado… De hecho la creatividad siempre se ha apoyado en la relación, en unir o hacer conversar cosas, ideas, conocimientos o enfoques que parecen distintos.

-Andar a hombros de gigantes, decía Newton.

-Los más grandes científicos han reivindicado el poder de la imaginación. La curiosidad, el estudio, la experimentación, el esfuerzo... están presentes en las distintas formas de creación en la ciencia y en el arte, pero también la fantasía. Para crear una máquina que llegue a Marte antes hay que imaginar y fantasear con Marte y con el futuro; para crear (arte) hoy día hay que conocer cómo la ciencia y la tecnología nos permiten construir y ver el mundo. La ciencia busca un tipo de conocimiento que pueda ser traducido, racionalizado y utilizado por todos pero no está exenta de imaginación ni de ideología. El arte no sólo propicia sensaciones, sino que visibiliza contradicciones, sugiere, zarandea las mentes, hace pensar e interroga sobre las formas en que las verdades son producidas y gestionadas. En (h)adas se sugiere esa tercera vía de conversación y trabajo conjunto entre ambos campos como espacio productivo.

-Mujeres, más allá de lo humano, podría titular un ensayo sobre científicas...

-Esa idea de la científica como heroína absoluta me parece muy perversa y vuelvo varias veces a ella en el libro porque no termino de hallar respuestas. Cuando se habla de mujeres ejemplares en la ciencia o en la tecnología, a menudo se utilizan como modelos a mujeres que "a pesar" de todos los inconvenientes sociales y familiares lograron hacerse un lugar. Una estudiante que trabaja en una empresa informática me decía que un jefe le habían puesto de ejemplo a una programadora que había ideado increíbles aplicaciones de software mientras criaba sola a sus tres hijos. Esto no puede ser normal, es un hándicap pedir a las mujeres que sigan ocupándose de familias y trabajo de manera ejemplar. Cuando esta noticia se dé en el caso de los hombres será realmente una noticia. La tradición es, afortunadamente, algo manipulable sobre lo que la inteligencia y la conciencia de justicia social pueden actuar.

-O no. Quién hubiera dicho que la palabra ingeniería pudiera ser tan poderosa...

-Los imaginarios que nos rodean van construyendo sutilmente nuestras expectativas... Cuando, en los años ochenta, a una facultad se le ocurrió sustituir "licenciatura" por "ingeniería" provocaron que el alto porcentaje de mujeres matriculadas en informática pasara en pocos años a algo casi anecdótico (sin cambiar programas ni profesorado)… Si una palabra genera una respuesta así es "algo más que una palabra", es como un interruptor de decisiones.

-Nunca se ha dado una herramienta tan a medida de lo liminar, de los umbrales, como internet.

-Internet es liminar en muchos sentidos, especialmente porque nos está permitiendo interseccionar espacios antes definidos y diferenciados como son la esfera pública y privada, los espacios de producción y consumo, las aficiones y profesiones... creando nuevos escenarios híbridos que, en muchos casos, ni siquiera tienen nombre, todavía.

-Las mujeres también se conocen bien las zonas de sombra. Son seres liminares por excelencia.

-A las mujeres esta cualidad nos resulta muy familiar, ya que las actividades que hemos desarrollado en el hogar han habitado en un limbo económico. Ese podría ser un ejemplo de la liminaridad de las mujeres, pero hay otros muchos que tendrían que ver con aficiones y actividades como la costura, que no han sido valoradas como trabajo creativo, o incluso artístico.

-Explíqueme qué tienen en común la abuela y su Singer y la bloguera de hoy.

-Me interesa mucho la máquina de coser, no sólo porque sus ancestros (el telar Jacquard) tuvieron que ver con el origen de los ordenadores, sino porque es de las tecnologías domésticas que permite desarrollar obras duraderas y significativas antropológica y artísticamente. Me parecía interesante comparar cómo desde una casa de una mujer de sesenta años con su mueble bar repleto de fotos y sus tareas cotidianas se establecen muchas similitudes con el minipiso desde el que una joven contemporánea organiza su vida y trabajo a través del ordenador y sus dispositivos móviles. Ambas tienen máquinas que domestican y máquinas que emancipan o, mejor dicho, sus usos lo hacen. Hay mucho de espejismo en la liberación de las tecnologías per se, pues pueden convertirse en algo tan neutralizador de la conciencia y de la creatividad como esas otras tecnologías más rudimentarias que marcaban la vida de muchas mujeres, dedicadas por completo a que "su tiempo" fuera para sus familias, para que sus miembros sí contaran con "tiempo propio".

-Más que una habitación propia, la entelequia, el reto titánico de hoy, es el tiempo propio.

-A mí me parece que sí, que en una vida excesiva en estímulos, pantallas e información como la nuestra, ese es el logro. Fíjate que casi todos los nuevos dispositivos están pensados para la movilidad y que hasta los tiempos de tránsito se han convertido en tiempos frente a la pantalla; sólo hay que mirar alrededor en el autobús o en el metro...

-Esto no es inocente...

-El exceso puede actuar también como forma de censura: propicia la celeridad y dificulta la profundidad. En tanto todo nuestro tiempo está ocupado no hay lugar para la transformación, ya que todo cambio (de conciencia, de actividad o de innovación) requiere un tiempo vacío necesario para el movimiento en otras direcciones…

-Vindicación de perder el tiempo, que podría haber firmado la misma Ada.

-Pienso también en aquella frase de Virginia Woolf en la que animaba a las mujeres a "holgazanear por las esquinas"... Ese tiempo propio, lúdico o crítico, es pieza clave para la emancipación. Llenar nuestro tiempo de cosas hasta saturarlo es una forma de evitar pensar. Creo que el reto de hoy en día pasa por un espacio propio que propicie la concentración y a la intimidad. Pero, invadido como está ya por el mundo de fuera, esto no será revolucionario si no disponemos de la gestión de nuestro tiempo propio.

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