"La tele da más popularidad, pero no implica que llegues a mejor público"

Anni B Sweet (Málaga, 1987) empezó a cantar con tan sólo siete años pero, por su timidez, nunca imaginó dedicarse a la música. Llegó a Madrid para estudiar Arquitectura, pero animada por sus amigos finalmente empezó a tocar en bares. Y hasta hoy. Afincada en el pequeño municipio granadino de Huétor Vega, comparte casa y profesión con el cantante de Lori Meyers, Noni. Allí acaba de volver de una gira de un mes por Europa teloneando a Temples. Pero ya prepara las maletas para iniciar el periplo por España y México que arrancará en Granada el sábado 1 de febrero.

-Universo por estrenar es su cuarto disco, pero el primero en español. ¿A qué se ha debido ese salto?

-Llevaba un tiempo que funcionaba de forma automática y por inercia a la hora de crear música. Tenía ganas de un cambio y de experimentar con otro sonido y otras formas de componer. A esto se le sumaba que cuando imaginaba las canciones nuevas las veía en castellano y no en inglés, con un sonido más especial.

-¿Le ha costado acostumbrarse tras diez años cantando en otra lengua?

-Todo lo contrario, me lo pedía el cuerpo y lo he encontrado muy estimulante, quizás lo más complicado es llegar a un equilibrio entre las palabras que quieres usar y la melodía.

-¿Cómo cree que lo está recibiendo el público?

-Me siento muy agradecida por la respuesta de la gente y el cariño. Además, en los directos se crea muy buena energía y lo estamos disfrutando mucho.

-¿Por qué ahora ese cambio al pop psicodélico?

-Cuando giraba con toda la banda siempre le dimos ese toque más rock a los temas. Puede ser que en el caso de Star, Restart, Undo el disco sonase más pop y el directo fuese otra cosa. Es cierto que ese sonido psicodélico es ahora mucho más evidente, pero siempre estuvo ahí conmigo.

-¿Qué otras novedades destacaría en lo musical?

-Salir fuera a grabar el disco repercute mucho, obviamente, en lo musical. En cuanto a las canciones, aunque a la melodía siempre le he dado mucha importancia, en este disco además hay mucho detalle y la estructura de las canciones es más libre. Así lo he sentido yo al menos.

-¿Qué queda de la Anni de hace una década con su imagen dulce y melódica?

-Me encantaría saber qué queda de esa Anni. Han pasado muchos años y con ellos muchas cosas que me han llevado a experiencias muy enriquecedoras y otras muy destructivas. Lo que sí tengo claro es que la imagen que daba entonces no era muy acertada ni se correspondía con la realidad: no todo era dulzura ni folk.

-Entre las 12 canciones de este disco hay títulos como Sola con la luna, El astronatuta, Astros o Nova. ¿De dónde viene su pasión por la astronomía?

-De buscar una vía de escape. El cielo, por misterioso, siempre me ha parecido mágico. Y el cosmos me da un espacio infinito para la imaginación, para que lo más absurdo o fantasioso pueda tener un lugar y su pizca de realidad.

-Hay un cuento que le ha inspirado en lo relativo a la física. ¿Cómo es esa historia?

-El cuento se llama La Puerta de los Tres Cerrojos, de Sonia Fernández Vidal. Me ayudó a entender algo sobre la física cuántica -algo muy mínimo, pero algo- y además me inspiró a la hora de ponerle el nombre al disco. Nada más empezar el relato el protagonista se encuentra una caja cerrada con una nota que dice Universo Por Estrenar y aquí comienza la historia.

-Sus influencias van de Antonio Arias a Tame Impala. ¿Tiene también algo del Ziggy Stardust de Bowie y de temas como Starman?

-Seguro que de forma no consciente sí. Siempre ha estado ahí junto a Pink Floyd, The Who, Led Zeppelin y más grupos extranjeros de la década de los 60 y 70, pero en la época que estuve escribiendo este disco escuché más grupos españoles, como Lagartija Nick, Lori Meyers, Napoleón Solo, Triana, Los Módulos, Vainica Doble... Han sido de gran inspiración.

-Con James Bagshaw como productor, ha sido grabado entre Londres y Granada, y masterizado en Estados Unidos. ¿Ha resultado difícil coordinar una producción así?

-Con James todo fue maravilloso, nos entendimos a la perfección y todo salía de una forma muy natural. La mezcla con Doria fue en Granada y ahí estuvimos trabajando juntos también y muy a gusto. El momento del mastering en Estados Unidos fue más complicado. Podría haber salido bien la historia, pero se hizo Buen viaje y fue tan difícil comentar impresiones con él que decidí seguir el resto del trabajo del disco con Ángel Luján en España porque con él sabía que no había fallo posible.

-Antes de publicar su primer disco, Benicassim ya le había ofrecido un contrato. ¿Qué suponen ahora los festivales?

-Los festivales siempre han sido un buen escaparate para que gente que no te conoce tenga la oportunidad de verte. Sobre todo, un publico diferente. A mí me ha ocurrido que he dio a ver un grupo que me gusta y he acabado enamorada de otro que jamás pensé que me pudiese gustar o descubrir nuevas bandas.

-Su versión de Take on me fue utilizada para un anuncio de McDonalds. ¿Qué da más popularidad la tele, redes sociales o ninguna de las dos?

-La tele siempre, ¿no? Aunque eso no implica que llegues a un mejor publico. Pero desde luego creo que te da más oportunidades.