Diego Galindo | Ilustrador de cómic

"El cómic es una forma muy efectiva de introducir a los jóvenes en la lectura"

El ilustrador sevillano Diego Galindo.

El ilustrador sevillano Diego Galindo. / M.G.

Diego Galindo (Sevilla, 1978) vivió su infancia en Barcelona, entre cómics de Spiderman, Hulk y The New Warriors. Regresó a San José de la Rinconada a los 14 años y abrió un paréntesis en su pasión para sacar la licenciatura en Bellas Artes. Ya cruzando la treintena, se entregó definitivamente al trazo fantástico y su aventura es digna de alguno de los personales que su arte perfila. Admirador de Alex Ross o Mike Mignola, ha dibujado en Stranger Things, entre otras conocidas publicaciones, y prosigue su fecunda carrera desde su estudio en Tomares. Le acaban de conceder la Medalla de Oro de la Provincia.

–¿Cómo fue su viaje iniciático al cómic?

–Mi padre me animó a no simplemente calcar, sino a copiar uno de los dibujos de un cuento ilustrado. En aquel momento empecé a copiar los trabajos de los ilustradores que admiraba, tratando de comprender qué hacían y cómo lo hacían. Luego, durante mi adolescencia, me rodeé de un grupo de amigos entre quienes estaba Roger Bonet, un reconocido dibujante e ilustrador catalán muy joven en aquel entonces. Junto a ellos tuve la oportunidad de disfrutar de juegos de rol, dibujar y leer cómics de Marvel, DC e Image.

–En esos años noventa no había redes. ¿Cómo se dejó enredar por el mundo del cómic, con tiendas y sociedades de aficionados?

–Fue gracias a las redes sociales que pude reconectar con mis amigos de la infancia en Barcelona. Esto me brindó la oportunidad de quedar con ellos y viajar a allí para reunirnos. En esos días pude compartir mi experiencia en el mundo de la pintura y las bellas artes con Roger Bonet. Fue él quien me animó a volver al cómic. Viendo a Roger comprendí que el sueño de mi infancia era posible y comencé a pedirle consejos sobre cómo iniciar una carrera en el mundo del cómic.

–Es licenciado en Bellas Artes. ¿Qué corriente artística, clásica o no, le ha inspirado más para su trazo?

–Siempre me ha gustado Velázquez, y supongo que de alguna manera intento incorporar su estilo en mis ilustraciones. Sin embargo, también tengo muchas otras influencias diversas. Drew Struzan y Adam Hughes son referentes para casi todo lo que hago.

–¿Busca inspiración en personajes actuales de la vida real o paisajes, o se nutre más de la fantasía?

–Me nutro de diversas fuentes, pero debido al tipo de trabajos que he conseguido, tiendo a inspirarme en elementos y personas reales.

–¿Un ilustrador debe tener un trazo personal, o simplemente saber expresar la historia y enaltecer su fuerza expresiva?

–Debes abarcarlo todo. Un cómic es como una orquesta, si un instrumento está desafinado, toda la orquesta suena mal. El ilustrador de cómics debe lograr un equilibrio, y para ello debe poner su estilo y fuerza expresiva al servicio de la historia que está narrando visualmente.

–Un gran problema contemporáneo es seleccionar el volumen de información que nos llega, en música, cine, series, incluso el cómic. Se dispersa el interés…

–Sin duda alguna. En el mundo editorial, las novedades suelen ocupar las estanterías de las librerías durante un mes y luego pasan a un segundo plano. Es necesario tener un producto con el suficiente impacto en el lector para que perdure en el tiempo y se mantenga en las estanterías. Este fenómeno también se aplica al mundo del cine. Supongo que esa velocidad que tan pronto arroja al olvido todo lo que sucede es el signo de los tiempos actuales.

–¿En Sevilla y Andalucía, falta más interés y cariño por el mundo del cómic?

–Creo que necesitamos un poco más de apoyo por parte de las administraciones. Toda ayuda a la cultura es siempre bienvenida. No debemo olvidar que el cómic no son solo dibujos: es una forma muy efectiva de introducir a los jóvenes en la lectura. Recientemente se celebró el Día Nacional del Cómic en Sevilla y nuestra capital fue una de las ciudades españolas con mayor cantidad de actividades, charlas y exposiciones. Aplaudo la iniciativa. Los aficionados queremos aún más. Además, la provincia de Sevilla cuenta con artistas del calibre de Fran Galán, Joe Bocardo, Inma Serrano, Abel Ippolito, Inma Otero, Ramiro Borrallo, Isabel Moreno, El Irra o Jape; críticos del calibre de Paco Cerrejón o Manuel Barrero (Tebeosfera) entre muchos otros. Debería sentirse orgullosa y mostrarlos más.

–¿Cómo llegó a las editoriales? ¿En este mundo se necesita también un padrino que desbroce el camino?

–En realidad, gracias a internet y a las redes sociales, no necesitas a nadie. No está de más que alguien que conoce el mundillo te guíe un poco, eso está claro. Pero no es imprescindible.

–¿Y el salto internacional?

–El salto internacional fue desde el principio. Mi primer trabajo de cómic fue una portada para IDW publishing. Mi segundo trabajo fue para una portada de Nancy in hell con El Torres para Image cómics y mi tercer trabajo fue también con El Torres (Bribones) para la editorial Amigo Cómics que se publicó directamente en USA. En realidad siempre he trabajado para los Estados Unidos.

–¿Cómo llega a ese mundo de fenómenos extraños?

Stranger Things llegó por medio de mi representante Luis Aramburu. Él me consiguió una portada para la serie de Stranger Things: Dungeons & Dragons. El editor de la serie se enamoró de la portada y me ofreció unas pruebas para los interiores. Mi trabajo gustó y aquí estamos ahora.

–Recibirá la Medalla de Oro de la Provincia. ¿Qué supone para usted?

–Es un reconocimiento al trabajo de todos estos años. Estoy muy feliz de recibir esta medalla y es todo un honor. Espero que sirva para visibilizar un poco más el cómic dentro de nuestra provincia y en toda Andalucía.

–Como ilustrador, ¿qué piensa de esa tiranía de lo visual que hoy padecemos?

–No creo que “lo visual” sea una tiranía. La tiranía viene de los conceptos y valores asociados a esas imágenes. La tiranía la establecen lo inmediato, el postureo y la ausencia de valores relacionados con el esfuerzo, la paciencia, el estudio o la excelencia.

–Un consejo para esos chicos que abren un cómic, lo huelen, lo observan y sienten un chispazo.

–Que no pierdan esa sensación nunca y que, si quieren dedicarse a esto del cómic, no abandonen jamás

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