Entrevistas

"El hombre busca que lo mire la mujer y lo admire el compañero"

Bere Casillas pasó de estar arruinado a ver cómo las mejores previsiones de ventas de su negocio se superaban en un 40%. De ser un desconocido a que la gente de la mesa de al lado se dé codazos porque lo ha reconocido por su entrevista en el programa de Andreu Buenafuente. De ser un sastre a ser una estrella de Youtube donde sus vídeos tienen casi 678.000 descargas. "Yo no me imaginaba que las redes sociales iban a suponer este bombazo en mi vida personal y personal", resume sobre su fulgurante éxito.

-Su capacidad como comunicador la envidiarían muchos de los presentadores de televisión más famosos. ¿Cuál es su secreto para llegar al público?

-La mayoría de los famosos que aconsejan de moda son gays y cuando hablan utilizan un lenguaje en plan "el concepto de esta maravilla...", "el abanico de la paleta de colores"... ¡Mariconadas! Los hombres no dedican tres horas a leer una revista de moda. Ellos la hojean, ven una foto que les gusta y la cogen para decir: éste es el traje que yo quiero. La mayoría de los hombres lo quieren todo "muy clarico y muy facilico: las posibilidades de la corbata amarilla son esta camisa, ésta, ésta y ésta". Sin más.

-¿A su tienda, Bere Casillas, llegan muchos hombres con fotos pidiendo un traje?

-Por desgracia el 70% de los novios que entran por la puerta son perchas: las novias, las hermanas o las madres eligen lo que se van a poner. No hay cultura de la moda masculina en España. Es más, muchos padres ya no pueden enseñarle a sus hijos cómo hacerse el nudo de la corbata porque ellos no saben.

-Ahí radica su éxito, en haber enseñado a hacerse el nudo de la corbata a casi 678.000 hombres, por ahora...

-Yo comprendí hace un año y medio algo que mucha gente todavía no ha entendido: las redes sociales no sirven para vender. Sin embargo, hay millones de personas que necesitan información. Yo me dediqué a escucharlos y a responder.

-¿Lo comprendió hace un año y medio y ya tiene tantos seguidores? Antes de utilizarlo para su negocio, ¿era de los que veían el mundo a través de una pantalla?

-No, no. Yo empecé en 2008 porque la situación en la tienda era catastrófica: las ventas habían bajado un 35%, tenía 450.000 euros invertidos en mercancía y el banco me denegó el crédito. Una noche vi en la pantalla del ordenador de mi hijo la foto del amigo de un amigo con uno de los trajes de novio de mi tienda y me di cuenta del potencial que tenía.

-Y, ¿cuáles son sus próximos retos?

-Pues el 10 de diciembre lanzaremos la primera tienda electrónica. En ella, por ejemplo, daremos consejos sobre cómo distinguir una corbata de calidad, además de venderles corbatas. La novedad es que no me he ido a lo fácil: a vender corbatas de firmas conocidas a precios competitivos. Eso es muy sencillo. Yo quiero crear una marca de moda, que la gente diga "llevo un Bere Casillas".

-¿Puede darle a nuestros lectores algunos de los consejos que ofrece en su blog Elegancia 2.0?

-En el caso de los novios es fundamental que sepan que una prenda de ceremonia no lleva nunca cinturón, ya sea chaqué, frac, traje de diseño italiano... También que asimilen que con el chaqué no se pueden usar zapatos marrones, aunque ahora esté bastante de moda en algunas zonas, como Sevilla. Fuera de la ceremonia, tengo una cruzada contra la camisa de manga corta de hombre. ¡Por lo menos no he visto nunca a un novio con camisa de manga corta!

-Y algún consejillo para saber seducir...

-El pañuelo en el bolsillo, que está volviendo a la calle. Ya está muy de moda entre los ejecutivos madrileños.

-¿Se cuidan los andaluces al vestir?

-No se puede poner la comodidad por encima de todo. Ahora veo muchos hombres que van en chándal a comprar un sábado por la tarde. No tengo nada en contra de esta prenda para hacer deporte, pero ¿no van cómodos con un vaquero y una camisa? Y eso que los hombres tienen dos necesidades básicas: que los miren las mujeres y que los admiren los compañeros de trabajo. Y por vanidad, ni siquiera por acostarse con las mujeres.

-Y cómo ve que visten nuestros políticos.

-¡Es penoso! ¡Algunos llevan hasta trajes chicos!

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