IRENE JUNQUERA | PERIODISTA

“En la próxima novela me vendré a la época actual”

La periodista madrileña Irene Junquera.

La periodista madrileña Irene Junquera. / Juan Carlos Vázquez

La periodista Irene Junquera (Madrid, 1987) se atreve con todo. Es una cara conocida de las tertulias deportivas en la pequeña pantalla y una habitual comentadora detrás de los micrófonos. Ahora se ha embarcado en una nueva aventura, la de publicar su primera novela. Todo el tiempo que nos queda (Planeta) explora cuestiones como el racismo y el machismo, enmarcadas en la segunda mitad del siglo XX. Una ópera prima, con algún que otro guiño al fútbol, que recorre las calles de Madrid de la mano de su protagonista Elena, que anhela convertirse en escritora.

-Su primera novela aborda un periodo muy concreto. ¿Cómo ha configurado el Madrid de los años 60 y 70?

-Tenía que ser en ese contexto, porque la novela en sí trata la historia de una familia que manda a Madrid a su hija porque no puede hacerse cargo de ella. Eso pasaba antes, pero por suerte ya no. A mi madre le pasó eso, aunque no está inspirada en ella, pero tuvo que irse a Madrid. A partir de ahí todo es ficción, pero el contexto tenía que ser ese. Al ser la primera novela ha sido muy complicado. Hay muchas cosas de las que te puedes documentar leyendo, sobre todo de la época franquista. Pero he hablado mucho con mis tías y con mi madre para que me contaran cómo se vestían, qué se comía, cómo se hablaba. Eso es lo más difícil.

-Antes de sentarse frente un folio en blanco, ¿tenía premeditado escribir sobre este tema y en esta época?

-Tenía ganas de escribir una novela, pero realmente el querer contar este relato sí que vino cuando me dieron la oportunidad de hacerlo. Es cierto que siempre me ha llamado la atención la historia de ese momento en el que una niña tiene que separarse totalmente de sus padres y aparece en el centro de Madrid. Además, esto explica muchos rasgos del carácter de Elena, la protagonista, porque vivir eso que ahora vemos como algo imposible tuvo que ser difícil. Me apetecía mucho contarlo.

-Por hacer paralelismos y teniendo en cuenta su carrera. ¿La protagonista podría ser una periodista empezando en el mundo deportivo?

-Es verdad que para mí, dentro de las limitaciones que existen por ser mujer dentro del periodismo deportivo, no ha sido todo un camino de rosas, pero sí que es verdad que antes era mucho más duro. Ha habido periodistas deportivas, mucho antes que yo, que lo han tenido muy complicado. En la época de la novela, Elena quería ser escritora y para ella era un reto difícil. Pero es que trabajar fuera de casa ya era como un hito. Es cierto que ahora tenemos otro problemas, no te creas que hemos evolucionado al 100%.

"Siendo buena persona te puede ir bien en todas partes, pero alguna vez he pensado ‘¿qué estoy haciendo?”

-Su trayectoria demuestra que es una mujer bastante polifacética. ¿Vio el lanzarse a escribir como  una nueva aventura?

-Sí. Nunca he tenido miedo de explorar nuevos caminos y éste no me resultaba muy ajeno. Nunca me he dedicado a la prensa escrita, siempre he hecho televisión y radio, pero me encanta leer desde pequeña. Soy gran consumidora de literatura y no me resultaba un mundo extraño. Es verdad que hay un poco de vértigo. Muchos lectores no saben quién soy y empiezo de cero. Hay una gran incertidumbre pero eso también me gusta.

-¿A qué se debe que muchos presentadores y profesionales de la televisión se lancen al mundo de la literatura? ¿Es una suerte de vía de escape?

-Puede ser. Unos se dedican a un parte más autobiográfica relacionada con su vida o con su trayectoria. No contemplaba esta tendencia, porque me atrae más la ficción. No me lo había planteado, pero ahora que lo dices hay algo de evasión. El tener que irme dos días al pueblo sola a escribir me parece un planazo. 

-¿Algún libro que haya marcado su vida?

-El mundo de Sofía lo leí siendo una niña y, aunque había cosas que no entendía, me fascinó. Cuando era pequeña también me gustaban mucho los libros de Lorenzo Silva. De adolescente me gustó mucho El ocho, un thriller en el que se mezcla ajedrez con la revolución francesa. Más recientemente, me encantó la biografía del ex tenista Andre Agassi y estoy leyendo muchos libros de Paloma Sánchez-Garnica. Me fascina su forma de escribir, cómo se documenta y sus historias.

-Ha pasado por el periodismo deportivo, por la radio, por platos de televisión... Me va a decir que todas las experiencias suman pero, ¿alguna vez se ha preguntado qué hago aquí?

-Sí. Es verdad que soy muy atrevida y me lanzo ante casi cualquier cosa, porque creo que siendo buena persona y trabajadora te puede ir bien en todas partes. Pero sí que me ha pasado alguna vez de decir: Dios mío, ¿qué estoy haciendo?. Lo que pasa es que sí que saco de todo el lado positivo. Hasta de lo peor. 

-Ha afirmado alguna vez que uno de sus sueños pendientes es ser actriz, ¿mantiene este anhelo?

-Estudié Periodismo y Arte Dramático a la vez, porque quería ser actriz. Me salió trabajo de periodista que es algo que me encanta. Pero sí que tengo una espinita clavada y no se si lo voy a intentar. Respeto mucho el oficio del actor y siempre he hecho mil cosas de teatro, pero sólo amateur. 

-¿Futuros retos más allá de los que ya lleva a cabo?

-Lo que más me apetece ahora mismo, además de continuar en la tele y en la radio, es seguir escribiendo. Volver a publicar y que a la gente le guste. Es más que probable que en la próxima novela me venga a la época actual.

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