La sesión de investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha terminado como empezó, con el ex presidente gallego a cuatro votos de la mayoría absoluta. Ni haber ganado las elecciones del 23-J, ni los intentos de acercamiento al PNV, ni las llamadas a los más críticos del PSOE han valido al líder popular para convertirse en presidente del Gobierno en su primera sesión de investidura.

"De esta sesión puedo salir como presidente o no, lo veremos. Pero les aseguro que saldré con mis principios y con los 11 millones de votantes", ha señalado Feijóo en su última intervención antes de que empezara la votación.

Uno a uno los diputados desde Adriana Maldonado López hasta la presidenta de la mesa, Francina Armengol Socia, han ido anunciando su voto a la mesa del Congreso. Hasta 178 veces ha escuchado Feijóo a los diputados decir no a su candidatura. Como se esperaba solo ha habido 172 síes al candidato. 

Durante toda la semana, numerosos dirigentes populares habían apelado a los socialistas descontentos con las políticas del presidente en funciones, Pedro Sánchez, pero las peticiones no han dado sus frutos. "Hemos hecho todo lo posible", ha asegurado Feijóo a la salida del Hemiciclo. El popular ha recibido el apoyo de sus 137 diputados, los 33 de Vox, el diputado de UPN y la de Coalición Canarias y los noes de los noes del PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG.

Nueva sesión

Pese a un pequeño susto con el diputado Herminio Rufino Sancho Íñiguez, cuyo nombre no se ha leído bien, la investidura ha seguido el guion marcado. "Sancho, sí. No", ha dicho el diputado socialista entre el revuelo de sus compañeros de bancada después de que la secretaria de la mesa leyera "Sánchez".

Se abre ahora un plazo de dos meses para que algún candidato consiga el sí de la mayoría de la Cámara. Si esto no se produce antes del 27 de noviembre, el próximo 14 de enero habrá repetición electoral.

El viernes, 48 horas después de la primera votación, el líder de los populares tendrá una nueva oportunidad para intentar alcanzar la presidencia del Gobierno. En esta segunda votación, que también se presupone fallida, Feijóo necesitará una mayoría simple, es decir, tener más síes que noes, aunque se espera que el resultado sea el mismo que se ha dado este miércoles.