El PSOE y el PSC rebajaron ayer el tono de los últimos días tras el desencuentro vivido en el Congreso por su discrepancia sobre el derecho a decidir e intercambiaron mensajes en aras del "diálogo", convencidos de tener un papel relevante para mejorar el entendimiento entre Cataluña y el resto del país. Ambas organizaciones tratan de cerrar así la vía de agua abierta después de que los socialistas catalanes rompieran la disciplina de voto en la Cámara Baja, un gesto que además motivó una multa de 600 euros a cada uno de ellos y la salida de la dirección del grupo parlamentario de José Zaragoza, único miembro del PSC en ese órgano.

El primer secretario del PSC, Pere Navarro, dio por "zanjada" la polémica con la ex ministra Carme Chacón -que se ausentó de la votación, quedándose a medio camino entre su partido y el PSOE-, por unas declaraciones en las que advirtió el jueves que no podrá repetir como candidata si no asume el derecho a decidir de Cataluña.

Navarro subrayó que ha hablado "mucho de este tema" con Chacón y que es el momento de poner de relieve lo que les une, de "ir a lo positivo y trabajar por los ciudadanos". "Creo que esa es la voluntad del partido y también la de Carme", agregó.

No obstante, la ex consellera y dirigente del ala más catalanista del PSC, Marina Geli, hurgó en la herida y ha opinado que Chacón debería afiliarse al PSOE si quiere liderarlo, ya que a su juicio está "más cerca" de "la mayoría española" que de la catalana.

Las direcciones del PSOE y del PSC se reunirán "en las próximas semanas" tras la crisis que ha abierto la consulta soberanista en Cataluña, que el PSOE rechaza y el PSC defiende siempre que sea pactada con el Estado.

El secretario de organización del PSOE, Óscar López, ha afirmado que cuanto mayor sea la relación entre el PSOE y el PSC mejor será el entendimiento entre España y Cataluña.